26 dic 11

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de nuestro puño y letra
El pasatiempo predilecto de los ticos
por Carlos Rey

«[El 25 de diciembre de 1899,] en La Sabana,... se celebró un encuentro de fútbol memorable. Veamos la crónica que los antecesores de Fernando Naranjo nos legaron en uno de los diarios [costarricenses] de la época. Dice así:

»“El match. Como partidarios decididos que somos del desarrollo de las artes atléticas en Costa Rica, nos habíamos propuesto hacer una reseña del match del 25... y se nos olvidó. Por eso lo hacemos hoy, tres de enero.

»“La mañana del 25 estaba fresca, muy apropiada para tal diversión. El Sr. Presidente de la República y parte de nuestras bellas damas honraron el juego con su presencia, amenizando el acto la banda militar. A las 8:30 se principió. Cada banda portaba su correspondiente uniforme, y los extranjeros ostentaban en su campo un hermoso pabellón británico (pertenecían a una fragata de Su Majestad, según nos lo han asegurado...).

»”Muy al principio de la partida, los extranjeros lograron atravesar el Puente contrario y, si hemos de ser jueces severos, este golpe se debió un tanto a descuido o nerviosidad de nuestro goalkeeper. Después riñeron el tiempo fijado, sin que nuestros jugadores lograran tomar el desquite, quedando el triunfo de parte de los extranjeros, a quienes, respetuosamente, enviamos nuestra felicitación.

»”Los vencedores lucieron muy bonita combinación, y merecieron especial mención Mr. R. Johnson, back; Mr. J. Johnson, halfback, y Mr. John Scott, temible forward. De los nuestros, a excepción de tres forwards, los demás jugaron tan bien que los ingleses vieron oscilar sus laureles en repetidas ocasiones. Vaya nuestra felicitación para Óscar Pinto, halfback, y el señor Gonzalo Quirós, los mejores...”.

»Bueno, bueno. Ya tenemos aquí un perfil de lo que sería con el correr de los años el pasatiempo favorito de los costarricenses», comenta al respecto Miguel Salguero en su obra titulada La Costa Rica que no todos conocemos, y termina diciendo: «De esta manera transcurrieron los festejos de fin de siglo.»1

¡Qué dato tan interesante este que rememora el periodista costarricense Salguero! ¿Quién hubiera pensado que la mañana del último día de Navidad del siglo diecinueve la pasara el Presidente de la República de Costa Rica viendo jugar a un seleccionado de fútbol de su país contra un equipo británico, ante el cual perdieron los ticos? Y esto, según el respetuoso reportaje del diario, se debió al descuido de su guardameta.

Más vale que en cada encuentro que tengamos nosotros con el enemigo de nuestra alma, ya sea en un día festivo o en un día común y corriente, sigamos el ejemplo de los que trabajaron en la reconstrucción de los muros de Jerusalén bajo la supervisión de Nehemías, gobernador de Judá. Al igual que ellos, reconozcamos que ese temible adversario nuestro tiene la intención de destruirnos, y que por eso debemos mantenernos a la ofensiva sin descuidar jamás la defensa, siempre conscientes de que «¡nuestro Dios peleará por nosotros!» si tan sólo le permitimos que lo haga.2


1 Miguel Salguero, La Costa Rica que no todos conocemos (San José, Costa Rica: Editorial STVDIVM, 1981), pp. 91,92.
2 Neh 4:15-20; 5:14; Jn 10:10