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Caso 479

Tengo una hija de casi quince años que se ha enamorado de un chico que tiene casi dieciocho años. No sé si será correcto aceptarlo, ya que ella ha tenido la confianza de decírmelo. Él no quería que ella nos dijera porque tenía temor de que nosotros no lo aceptáramos. Siento que tal vez no sea un mal chico, pero no sé si sea lo correcto aceptar una relación entre ellos por la diferencia de edades.

Consejo

Estimado amigo:

¡Es obvio que usted ha acertado en mucho de lo que ha hecho! Su hija le contó acerca de la relación a pesar de que el novio no quería que ella se lo contara. Eso es fuera de lo común en una adolescente, y demuestra que es probable que su hija tenga madurez y sabiduría excepcionales para su edad. También demuestra que ella le tiene confianza y que le importa saber la opinión que usted tenga. ¡Lo felicitamos por eso!

Lo animamos a que lea el Caso 217 en www.conciencia.net para que considere algunas sugerencias generales acerca de relaciones entre adolescentes. No es usted el único que lucha por mantener el equilibrio entre las reglas y las relaciones humanas.

Si su hija fuera diez años mayor, tres años de diferencia de edades tendrían poca importancia. Así que el problema no estriba tanto en la diferencia de edades como en la discrepancia en las etapas del desarrollo entre su hija y el novio. Ella apenas ha dejado atrás la niñez, mientras que él ya va a ser adulto.

Usted tiene la responsabilidad de proteger a su hija, y sería óptimo que pudiera controlar a dónde va ella, qué hace y con quién se ve. Sin embargo, no crea que puede controlar el corazón de ella. Los padres cometen un error táctico cuando les exigen a sus hijos que no sientan lo que éstos dicen que sienten. Esa es la manera más rápida de llegar a tener un adolescente mentiroso y rebelde.

En lugar de tratar de controlar los sentimientos de su hija, le recomendamos que establezca reglas de comportamiento muy claras. Como su hija ha demostrado madurez y honestidad hasta ahora, usted tiene razón para confiar en ella. Así que invite al joven a su casa y hable con él de hombre a hombre. Dígale que está bien que visite a la hija suya en los espacios públicos de la casa cuando haya un adulto presente. Diga que usted está optando por darle la oportunidad de conducirse conforme a ciertas pautas, y que siempre y cuando siga esas pautas, usted no se opondrá a ese noviazgo.

Explíquele que su hija no puede salir con él hasta que ella cumpla los dieciséis años (o la edad que usted haya determinado). Hasta esa edad, ella habrá de tener a un adulto que la supervise todo el tiempo. Dígale que usted también habrá de supervisar todas las redes sociales, la computadora y el teléfono de ella (si tiene teléfono). Y asegúrele que si usted se entera de que él se está viendo con ella a escondidas sin permiso de parte suya, usted limitará los privilegios de su hija y ya no les tendrá confianza a ninguno de los dos.

No es fácil ser padre, sobre todo de una adolescente. Pídale a Dios cada día que le dé la sabiduría necesaria para tomar las decisiones acertadas. Con su ayuda y dirección divina, le resultará más fácil.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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