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En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga; así que, a pesar de que nunca se lo había contado a nadie, nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Soy un joven de treinta años, y estoy enamorado de una joven.... Hace años, me enteré por un tío de ella que de niña fue violada; pero en estos días que le declaré mi amor, ella misma me confesó que la ultrajó un pariente de la familia durante casi cuatro años y, entrando a la adolescencia, quedó embarazada y fue llevada por la familia a abortar. ¡La amo por quién es y por sus logros, pero algo así no me lo esperaba! Me siento honrado por su confianza para contarme esto, pero me da rabia lo que sucedió. Ayúdenme. ¿Cómo debo actuar?» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »¡Lo felicito! Usted es un hombre al que otros hombres debieran imitar. Tiene la madurez necesaria para comprender que su novia fue la víctima de un delito y que no era responsable de nada de lo que sufrió. Usted tuvo la sabiduría y la sensibilidad de responder apropiadamente a la confesión de ella, y esas cualidades suyas sin duda son la razón por la que ella confía en usted al grado de contarle acerca de esa horrible maldad de la que fue víctima. »Usted quiere saber cómo debe proceder. Lo más importante es que siga haciendo lo mismo que ha hecho hasta ahora. Asegúrele que lo que le sucedió no cambia los pensamientos ni los sentimientos que usted tiene acerca de ella. Con frecuencia las mujeres que han sido violadas carecen de amor propio, y se sienten inseguras, así que ella pudiera necesitar que usted la tranquilice repetidas veces, asegurándole que todo está bien, antes de que pueda creer en la sinceridad de sus palabras.... »La rabia que usted tiene se justifica. ¡Por supuesto que está enojado con el que le hizo eso a la persona a la que usted ama! Esperamos que la familia de su novia haya denunciado la violación tan pronto como se enteraron, y que el autor del delito esté sufriendo el castigo por lo que hizo. De no ser así, lo animamos a que denuncie a ese hombre y se asegure así de que él no pueda hacerle daño a ninguna otra niña. Las familias que encubren esta clase de abuso están equivocadas, por no decir algo peor. Una maniobra para encubrir el asunto puede impedir que una niña sienta amor o apoyo, y contribuir más bien a que se sienta aislada e indigna. »Cuando a la hija del rey David de Israel la violó su propio hermano, David, su padre, aunque estaba furioso, no le impuso ningún castigo a su hijo.1 Como rey, David tenía la responsabilidad de censurar la conducta de su hijo y de imponerle un castigo apropiado. Pero el rey David dejó que el amor por su hijo se interpusiera a tal grado que no hizo lo debido. En el caso de la novia de usted, si la familia de ella ha dejado que el amor por ese pariente influya en su manera de proceder, de modo que no han hecho ninguna denuncia de lo sucedido, usted puede ser la persona que respalde a su novia y la proteja (y proteja también a otras niñas) al denunciar este delito ante las autoridades competentes.» Con eso termina lo que mi esposa recomienda en este caso. El caso completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 192. |
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