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En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Soy casado desde hace doce años. [Hace poco] empecé a comunicarme por escrito con tres mujeres jóvenes. No pasó nada sexual, pero sí charlas cariñosas. Me sentía acompañado. Fui a almorzar y ayudé con la mudanza de una de esas jóvenes. Mi esposa lo descubrió y quiere separarse. Tengo dos hijos pequeños. Yo no quiero separarme, pero ella no entiende mi error. Necesito guía. Ya pedí perdón. Me arrepentí, pero mi mujer no me cree.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Lo que más nos sorprende de su caso es que usted espera que su esposa lo perdone y siga como si nada hubiera sucedido. Por supuesto que creemos en el perdón. No podemos ser perdonados por Dios a menos que perdonemos a los demás.1 Sin embargo, perdonar es muy diferente que seguir adelante y portarse como si nada hubiera pasado. »Algo sí ocurrió, y usted aparentemente no comprende la gravedad de lo ocurrido. Al parecer, se ha convencido de que, como nada sexual había sucedido hasta entonces, en realidad las charlas que usted califica de cariñosas no tenían nada de malo. Es probable que el haber ido al extremo de encontrarse con una de las mujeres sea un indicio de que, tarde o temprano, una o más de esas relaciones habrían llegado a ser sexuales si su esposa no lo hubiera descubierto. »... [Al parecer,] todas las mujeres jóvenes con las que se comunicó por escrito son adultas y no menores de edad. La situación habría tenido implicaciones delictivas si las mujeres hubieran sido menores de edad. »Cualquier relación que usted tenga que ocultarle a su esposa es indebida. Si se hubiera tratado simplemente de haber conocido a una compañera de trabajo o vecina, usted no habría tenido que ocultarlo. Pero usted no solamente lo ocultó, sino que sin duda le mintió a su esposa al respecto.... ¿Cómo puede ella, entonces, tenerle confianza cuando sabe que usted le ha mentido? ¿Cómo puede ella creer que usted le será fiel en el futuro cuando ni siquiera reconoce las graves consecuencias de lo que ha hecho? »¿Es posible salvar su matrimonio? Depende de que esté dispuesto a demostrarle a su esposa que está determinado a llevar a la práctica las palabras de arrepentimiento que le ha expresado. Dele a conocer a ella las contraseñas de su teléfono y de toda red social en la que participe. Dígale dónde está usted cada minuto de cada día. Pórtese de tal modo que ella se convenza de que usted de veras está arrepentido y de que ha aprendido de sus graves errores. Y sobre todo, comprenda que le llevará meses, si no años, recobrar la confianza de su esposa. »Usted necesita que Dios le ayude a llegar a ser un hombre de honor e integridad. Pídale perdón, y confié en que Él ha de darle fortaleza y sabiduría para los días venideros.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, se puede leer si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 561. |
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