12 ago 2022

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Cómo mantenerse joven
por Carlos Rey

(Día Internacional de la Juventud)

Samuel Ullman nació en Alemania en 1840, de origen judío. Cuando tenía once años emigró a los Estados Unidos con sus padres, huyendo de la discriminación que sufrían los judíos en Europa. Las heridas que recibió cuando se alistó en el decimosexto regimiento de Mississippi para luchar en las campañas norteñas de Virginia le produjeron lesiones en un oído, que a la postre le causaron una sordera permanente.

En su retiro, provocado en parte por su pérdida de audición, Ullman halló refugio en su pasión por las letras. A los setenta años escribió el ensayo poético titulado «Juventud», que se convirtió en un lema para el general Douglas MacArthur, quien lo colgó en una pared de su oficina en Tokio y lo mencionaba con frecuencia en sus discursos. MacArthur hizo que el poema se volviera popular en Japón, ya que les infundía a los japoneses la energía espiritual para reconstruir su propia vida y la de su nación.1

El poema de Ullman, dedicado a todos los que se sienten jóvenes, dice así:

«La juventud no es una etapa de la vida; es un estado mental. No consiste en tener mejillas sonrosadas, labios rojos y piernas ágiles. Es cuestión de voluntad; implica una cualidad de la imaginación, un vigor de las emociones; es la frescura de las profundas fuentes de la vida.

»La juventud abarca el predominio temperamental del arrojo sobre el retraimiento de los apetitos, por la emoción de la aventura sobre el apego a la comodidad. Suele manifestarse más en hombres de sesenta años que en muchachos de veinte. Nadie envejece simplemente por el número de años que ha cumplido. Envejecemos cuando abandonamos nuestros ideales.

»Los años pueden arrugar la piel, pero la renuncia al entusiasmo nos arruga el alma. Las preocupaciones, el temor, la falta de confianza en sí mismo encogen el corazón y aniquilan el espíritu.

»Tanto a los sesenta años como a los dieciséis, en todo corazón humano palpitan la atracción por lo maravilloso, el constante apetito infantil por lo que ha de venir, y la alegría que produce el juego de la vida. En el centro del corazón —del tuyo y del mío— hay una emisora con receptores inalámbricos. Mientras ésta reciba mensajes de belleza, esperanza, alegría, valor y fuerza de parte de sus semejantes y del infinito, seguirás siendo joven.

»Cuando tus antenas se desplomen y la nieve del cinismo y el hielo del pesimismo cubran tu espíritu, entonces sí habrás envejecido, aun a los veinte años. Pero mientras tus antenas se mantengan firmes, dispuestas a sintonizar las ondas del optimismo, hay esperanza de que mueras joven teniendo ya ochenta años.»2

Gracias a Dios, los que queramos su ayuda divina para aceptar este desafío poético de mantenernos jóvenes sólo tenemos que seguir el ejemplo del salmista David. Al igual que aquel poeta de Israel, alabemos al Señor nuestro Dios y recordemos todos sus beneficios, entre ellos la gran bendición de renovar nuestra juventud como la del águila.3


1 «Samuel Ullman and the Poem “Youth”» [Samuel Ullman y el poema «Juventud»], Boletín de la Sociedad Histórica de Birmingham, agosto 2020 <https://birminghamhistoricalsociety.files.wordpress.com/ 2020/08/bhs_newsletter_2008_ullman.pdf> En línea 1 marzo 2022.
2 «Youth» [Juventud], Museo Samuel Ullman, Universidad de Alabama en Birmingham (UAB) <https://www.uab.edu/ullmanmuseum> En línea 1 marzo 2022.
3 Sal 103:1-5