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Cuando nació, Lysandra Kay Bencke padecía de parálisis cerebral, de modo que nunca pudo hablar ni caminar. El 25 de diciembre de 1997, cumplidos ya trece años, Lysandra sufrió un ataque severo que duró tres horas. El ataque la dejó en estado de coma, del que no despertó sino hasta pasados cinco días, cuando Dios se la llevó para estar consigo en su hogar eterno en el cielo. En su memoria, su madre, Wanda Bencke, compuso un poema de consuelo, y se lo envió a muchos familiares y amigos de Lysandra con una tarjeta de Navidad tardía. Ellos, a su vez, hicieron circular el poema a través del ciberespacio, donde consoló a muchísimas personas de ahí en adelante1... incluso a Linda Finkenbinder antes de la Navidad del año 2015. Esa era la cuarta Navidad que Linda iba a pasar sin su querido esposo, el Hermano Pablo, con quien había estado casada durante setenta años. Fue tal el aliento que le infundió ese poema que, conteniendo las lágrimas, Linda grabó en su propia voz la versión original en inglés, su idioma natal, para consuelo de los familiares y amigos angloparlantes del Hermano Pablo. He aquí la traducción del poeta cubano Luis Bernal Lumpuy de aquel poema, titulado «Navidad en el cielo»:
Dos Navidades después de grabar esos versos, se cumplió el ardiente deseo de Linda de reunirse con el Hermano Pablo. Ahora los dos esperan que cada uno de nosotros asegure la entrada al cielo, para poder algún día decir, junto con ellos: «¡Esta Navidad la estoy pasando feliz con Jesucristo aquí en el cielo!» |
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