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En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Tuve una relación abierta con un hombre divorciado.... Estuve saliendo con él durante dos años, pero debido a que la relación no se formalizó, decidí terminarla. El hombre siguió con otras mujeres... [y luego] volvió a buscarme; pero ante mi negativa, decidió tomarme contra mi voluntad... [e] intentó matarme.... »Desde entonces, tengo miedo de salir de casa.... Como la situación ha afectado mi salud, he tratado de irme de la ciudad donde vivo, pero por la situación económica no he podido.... Interpuse una denuncia, de la que salió absuelto por falta de evidencias.... Me volvió a escribir hace poco y quiere verme, y eso me da mucho miedo.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »¡Cuánto sentimos lo que ha estado sufriendo y el continuo trauma que afronta! ... Con razón que se siente ansiosa y con miedo. »Mudarse a otra ciudad, tal como ha tratado de hacer, hubiera sido una buena solución. Y tratar de obtener una orden de restricción fue también una medida prudente de su parte. »Afortunadamente hoy en día hay dispositivos económicos a la venta que pueden ayudarle a mitigar el miedo que tiene. Uno de ellos es una alarma de seguridad personal que usted puede llevar en la mano cuando esté fuera de casa. Si cree que está en peligro, simplemente hale la clavija y la alarma sonará fuerte y estridente, llamando la atención de todos los que estén alrededor. La mayoría de los perpetradores huirán cuando vean que hay otras personas mirando. El otro dispositivo es una cámara inalámbrica que puede configurarse con su teléfono móvil y colocarse dentro de una ventana de su casa que dé al exterior. El sensor de movimiento puede notificar a su teléfono cuando hay movimiento afuera. »Dios quiere que seamos sabios y nos protejamos de la mejor manera posible, pero también podemos aprender de personas en la Biblia que afrontaron peligro y tuvieron miedo. Uno de los mejores ejemplos es David, antes de que llegara a ser rey de Israel. Huyó del rey Saúl y tuvo temor por su vida.1 Mientras se encontraba huyendo, David compuso algunas de las oraciones que podemos ahora encontrar en el libro de los Salmos en la Biblia. En uno de esos salmos, David ruega desesperadamente a Dios, describiendo su situación y su temor. Pero termina diciendo: “Tú eres el Dios que me protege; tú eres el Dios que me ama. Por eso te cantaré himnos, porque eres mi fortaleza, porque has sido mi refugio en momentos de angustia.”2 »De modo que después de protegerse lo mejor posible, lea los Salmos en voz alta y cante alabanzas a Dios tal como hizo David. Permita que Dios la consuele a medida que se comunica con Él y aprende a confiar en Él. ¡Dios la ama muchísimo!» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo se puede leer si se ingresa en el sitio www.conciencia.net y se pulsa la pestaña que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 821. |
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