En este mensaje tratamos el caso de una mujer que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga; así que, a pesar de que nunca se lo había contado a nadie, nos autorizó a que la citáramos, como sigue:
«Me acabo de casar, y tengo problemas con mi esposo. Sé que eso es algo normal en un matrimonio, pero lo que más me duele es que uno de los problemas es mi hijo de doce años. Mi hijo no es de él, porque él me conoció como madre soltera. Pero siento que a él no le simpatiza mi hijo, [aunque durante el noviazgo no lo demostró sino] ahora ya de casados.
»Mi hijo vive con mi mamá, y el niño no quiere ni ir a visitarme, sólo porque en una ocasión mi esposo puso una queja de él. A mi esposo como que no le agrada mucho que mi hijo me vaya a ver o que se quede un fin de semana conmigo....
»¿Qué hago? No quiero más pleitos con mi esposo... y tampoco me quiero alejar de mi hijo. Yo amo a mi esposo, pero el amor hacia mi hijo es más grande. Me duele estar separada de mi hijo, y me duele discutir con mi esposo.»
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimada amiga:
»¡Usted sí que se ha creado una situación complicada!... ¿Acaso estaba tan ansiosa por tener un esposo que pasó por alto las señales de advertencia?
»Cualquier buen padre tiene la obligación de anteponer el bienestar de sus hijos a sus propios deseos. Usted dice que su esposo no demostró su antipatía por su hijo antes de que se casaran, pero ¿proveyó usted varias oportunidades para que su futuro esposo y su hijo pasaran tiempo juntos a fin de saber cómo se llevaban?
»¿Habló con su prometido acerca de dónde viviría su hijo después de casados? ¿Se pusieron de acuerdo con relación a planes para el futuro de su hijo? ¿O tuvo él alguna razón para pensar que usted estaba renunciando a la custodia de su hijo para convertirse en su esposa?
»No le tengo ninguna buena solución. Usted no puede hacer que su esposo cambie de parecer, de modo que es inútil seguir discutiendo con él al respecto. Debieron haber hecho planes y haber tomado decisiones antes de la boda, pero a no ser que uno de los dos haya engañado al otro, no ha habido fraude ni traición. Sin embargo, si su esposo la engañó, entonces es posible que haya una causa válida para que pida que se anule el matrimonio.
»¡Me conmueve la situación de su hijo! Es él quien ha sido la víctima. ¿Cómo va a afrontar el futuro con fuerza emocional cuando lo ha abandonado la persona que se supone que lo ama más que nadie?
»No sabemos qué le pasó al padre de su hijo, pero tal vez él abandonó al niño antes de que lo hiciera usted. No puedo decirle lo que debe hacer, pero sí puedo afirmar que la vida y el futuro del muchacho dependen de usted.
»Pídale a Jesucristo que comience a formar parte de su vida y que le dé la sabiduría y la fuerza de voluntad que necesita. Cristo dio su vida para darle a usted vida eterna. Él es nuestro modelo del sacrificio sin reserva que es posible hacer cuando de veras amamos a una persona.»
Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 263.