En este mensaje tratamos de manera anónima la siguiente petición que nos hizo un hombre:
«Me gustaría recibir información acerca de cómo librarme de la adicción a las redes sociales.»
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimado amigo:
»... Por lo general se cree que la mayoría de las personas que usan en exceso las redes sociales no son, en realidad, adictas a ellas.... Así que para efectos de este consejo nos limitaremos a ofrecer información sobre cómo valerse de las redes sociales de una manera sana.
»Es importante señalar que la mayoría de esas personas que usan en exceso las redes sociales no pueden simplemente dejar de usarlas, tal como pueden hacer las que abusan de las drogas y del alcohol. Vivimos en una época en la que el uso de la Internet es prácticamente obligatorio....
»Por lo tanto, el dilema consiste en cómo usar la Internet y las redes sociales de diversas maneras que tengan un efecto positivo en nuestra vida sin caer en las trampas diseñadas con el fin de que hagamos lo contrario. Ya muchos saben que las redes sociales se valen de complicadas fórmulas estadísticas llamadas algoritmos a fin de impulsarnos a mantenernos conectados más tiempo. Cuando interactuamos comentando o indicando que nos gusta, ese obvio interés de nuestra parte hace que el algoritmo de la plataforma de la red social nos ofrezca más contenido que es muy similar.
»El aceptar y seguir tales ofrecimientos hace que la sustancia química llamada dopamina sea emitida en nuestro cerebro. Y la dopamina hace que tengamos sensaciones de placer que nos impulsan a hacer lo que sea necesario para tener más de esas sensaciones. Con el tiempo, se necesita cada vez más interacción con las redes sociales para liberar la misma cantidad de dopamina, por lo que gradualmente aumentamos el tiempo que pasamos en las redes sociales.
»Además, ciertas personas se sienten complacidas consigo mismas cuando lo que publican, incluso sus fotos, generan muchos comentarios y reacciones de “Me gusta”. En otras personas, a la inversa, se desata un dañino ciclo de autocondenación al comparar su propia vida con la vida pública, y frecuentemente alterada, de los demás. Diversos estudios han demostrado que el uso excesivo de las redes sociales contribuye a la baja autoestima, el aislamiento y soledad, la ansiedad y la depresión.1
»El primer paso que deben dar todos sin falta es habilitar las funciones en sus teléfonos inteligentes para controlar el tiempo que pasan a diario usando cada una de las aplicaciones de sus redes sociales. Esas funciones se encuentran en Settings o Ajustes, y pueden llamarse Screen Time o “Bienestar digital y controles parentales”.... Es muy recomendable que las familias hablen entre sí y se pongan de acuerdo en cuanto a límites de tiempo para todos. El padre y la madre deben asegurarse de usar la contraseña parental cuando establezcan esos límites en el teléfono de cada niño, niña y adolescente.»
Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 820.
1 | Bruce Goldman, “Addictive potential of social media, explained [Explicación del potencial de adicción a las redes sociales],” Stanford Medicine, Scope: Beyond the Headlines [Alcance: Más allá de los titulares], Interview of [Entrevista a] Anna Lembke, MD, Dopamine Nation: Finding Balance in the Age of Indulgence [Nación de dopamina: Encontrar el equilibrio en la era de la indulgencia] (New York: Dutton, 2021) <https://scopeblog.stanford.edu/2021/10/29/addictive-potential-of-social-media-explained> En línea 26 enero 2024. |