En este mensaje tratamos el caso de una mujer que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga; así que, a pesar de que nunca se lo había contado a nadie, nos autorizó a que la citáramos, como sigue:
«Soy madre de cuatro niñas. Sus edades van de tres [a] quince años. Hace dos semanas castigué a mi hija mayor con un látigo muy fuerte, ya que ella no estaba obedeciendo. [Luego de que] ella [salió], mostrando las marcas [del castigo] en los brazos... me sentí mal. Nunca lo había hecho de esa manera, pero quería que ella reaccionara.
»Mi pregunta es: ¿Hasta qué edad debo corregir a mi hija físicamente? ¿Dice algo sobre esto la Biblia?»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimada amiga:
»Sus preguntas son de interés para muchos padres de familia. La Biblia sí menciona la disciplina física de los hijos varias veces en el libro de los Proverbios. Sin embargo, no dice nada específico en cuanto a la edad apropiada ni a los métodos apropiados para ejercerla....
»Como padres que somos de cinco hijos, nosotros llegamos a la conclusión de que el darle una palmada en la mano a un niño pequeño era un modo eficaz de evitar que tocara una estufa caliente o un tomacorriente. La mayoría de los niños menores de tres años de vez en cuando necesitan que se les dé una palmadita en la mano o en las nalgas para evitar que corran peligro. Sin embargo, tan pronto como nuestros hijos llegaron a la edad en que podían comprender las consecuencias, cambiamos nuestros métodos. De ahí en adelante empleamos alternativas a la disciplina física porque estábamos convencidos de que esas alternativas eran más eficaces.
»Cuando se le aplica la disciplina física a un niño pequeño, es sumamente importante que no se haga con enojo. Muchos padres hacen caso omiso de la desobediencia hasta que el niño hace que se enojen. Entonces la emprenden a golpes contra los hijos, pegándoles en los brazos, en las piernas y hasta en el rostro. Eso nunca es aceptable. El castigo físico apropiado sólo debe aplicarse en la mano o en las nalgas del niño pequeño, y sólo debe dolerle uno o dos segundos y nunca dejarle una marca. Nosotros creemos que la mano es el mejor instrumento de castigo debido a que uno puede sentir la fuerza con que está dando la palmada....
»Hay tres razones por las que creemos que usted se equivocó al castigar a su hija con un látigo. En primer lugar, ella es muy grande para que se le castigue físicamente. En segundo lugar, usar un látigo no es la manera aceptable de castigar a un niño. Y por último, el castigo le dejó marcas en el cuerpo, lo que quiere decir que usted empleó demasiada fuerza. Le recomendamos que le diga a su hija que lo siente mucho, y que le explique por qué estaba usted tan alterada. Además, haga una lista de consecuencias apropiadas para la edad que tiene ella y explíquele que se valdrá de esas consecuencias para castigar cualquier desobediencia futura.
»¡El ser padre o madre no es nada fácil!
»Linda y Carlos Rey.»
El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar el enlace en www.conciencia.net que dice: «Caso de la semana», y luego el enlace que dice: «Caso 87».