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Caso 712

Mi hijastro no lleva una buena relación con mi hijo, su hermano por parte de padre. Siempre está diciéndole que no quiere jugar con él, que se aleje.... El caso llegó al extremo cuando le dijo a mi hijo que prefiere que él se muera para poder ser el único niño de la familia.

Yo ya no pude aguantar, y le pedí a su padre que ya no lo trajera más a casa.... Siempre lo traté como a un hijo.... Le preparaba los útiles escolares y las meriendas, y le ayudaba a hacer las tareas. Por eso no puedo entender que sea así.

Consejo

Estimada amiga:

Es obvio que cree que su hijastro no se portaría igual si tuviera el mismo padre y la misma madre que el medio hermano. Lamentablemente, usted está equivocada. Hemos visto casos, incluso en nuestra propia familia, en los que un hijo o una hija mayor rechaza a su hermano o a su hermana menor. Nuestro consejo más importante es que, de ser posible, le pida a su pediatra que le recomiende un consejero profesional con el que pueda consultar.

Usted no dice que su hijastro le pega o lastima al medio hermano ni que es violento de manera alguna, y esa es sin duda la razón por lo que no expresa nada de temor por el bienestar de su hijo. Si cualquiera de esas cosas fuera verdad, entonces pudiera ser diferente el consejo que le diéramos.

En cualquier caso, lo que nos dice que hizo usted ha empeorado la situación actual. Es probable que su hijastro sienta rechazo de su parte, y eso hará que se resienta aún más con el medio hermano. Si su hijastro hubiera sido su hijo biológico, ¿lo habría usted abandonado?

La mayoría de los hijastros afrontan circunstancias muy difíciles. Debido a que sus padres biológicos viven en diferentes casas, no están seguros a dónde pertenecen o si en realidad pertenecen a algún sitio. La vida que llevan es un vaivén, teniendo que ajustarse a diferentes hogares, diferentes padres y diferentes reglas. Se la pasan buscando el ciento por ciento de cualquier cosa, en lugar de la mitad de todas las cosas, y esa búsqueda continúa por lo general hasta bien entrada su edad adulta.

Cuando yo llegué a ser hijastra a los once años, recuerdo muy bien cómo traté de dejarle en claro a mi mamá que ella debía siempre darnos prioridad a nosotros y lo que necesitáramos por encima de su nuevo esposo y de lo que necesitara él. Siempre nos parecía que él era como el enemigo que estaba tratando de disolver nuestra «verdadera» familia. Siendo la hija mayor, yo percibía que a mí me tocaba dirigir la embestida contra él. Los hijos de él vivían en otra región del país, así que afortunadamente no tuve que hacerles la guerra también a ellos.

Si bien los sentimientos de su hijastro no son nada fuera de lo común, sí deben afrontarse. La Biblia no contiene recomendaciones específicas para esta situación, así que a pesar de que nuestro consejo se basa en principios bíblicos, no puede probarse citando ningún texto bíblico en particular. Por eso otros expertos en la materia, cuyo punto de vista respetamos, bien pudieran no estar de acuerdo con nosotros.

Quienes se casan con una persona que ya tiene hijos se están comprometiendo a adoptarlos con el corazón, aun cuando no sean legalmente hijos adoptivos. Por eso, pídale perdón a su hijastro y explíquele que el comentario de él la alarmó a tal grado que usted reaccionó exageradamente. Asegúrele que usted desea lo mejor para sus dos hijos, pero que no tienen que jugar juntos o compartir lo que les pertenece. Si es posible, deben tener lugares separados donde puedan jugar. (Usted puede hacer cumplir que se turnen en los lugares que prefieren o delimitarlos en el piso con cinta adhesiva para pintores.) Muéstrele a su hijastro con sus acciones que él es un valioso miembro de la familia y que los sentimientos de él son igual de importantes que los de su medio hermano.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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