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Caso 299

Estoy pasando por un momento bastante difícil y triste. Tengo una hija de siete meses, y mi novio me dejó cuando nació. Él sigue viendo a mi hija, pero conmigo no quiere estar más. La verdad, es una situación muy difícil y dolorosa. Rezo mucho para que pase rápido todo, pero hay días que me siento muy mal, y ya no sé qué hacer.

Consejo

Estimada amiga:

Lamentamos que esté sufriendo. Cuando usted optó por tener relaciones íntimas con un hombre con el que no estaba casada, decidió correr el riesgo de que eso sucediera. En ese momento es probable que haya pensado que, si tenía un niño como resultado de esa relación física, eso haría que su novio quisiera permanecer con usted. Seguramente pensó que un bebé era la manera de garantizar la felicidad para ustedes dos. Pero ahora ha descubierto que la mayoría de los hombres no piensan así, y que al tener relaciones con él, usted hizo que terminara el noviazgo. Ahora se ha quedado sola con su hija, tratando de lograr que él vuelva a su lado.

Sentimos mucho que seamos nosotros quienes tengamos que informarle que está desperdiciando el tiempo con ese tipo. Sin duda usted ya no es la joven divertida y despreocupada de antes. Ahora es una madre fatigada con responsabilidades continuas y poco tiempo para divertirse. Al tener una hija con él, usted se convirtió en una mujer que a él ya no le interesa.

¿Qué debe hacer ahora? Cuanto más pronto acepte el hecho de que terminó el noviazgo, mejor se ha de sentir, y podrá seguir adelante con su vida. Si en su país hay un sistema que obliga a los padres a que cumplan con su deber al aportar al sustento de sus hijos, entonces haga la gestión necesaria para que comience a recibir ese sustento. Es probable que no lo haya hecho todavía porque no ha querido enojarlo. Pero no importa si él se enoja, ya que tiene la responsabilidad de aportar al sustento de su hija. Él optó por contribuir a concebirla junto con usted, y ahora le toca ayudar a pagar sus gastos.

Usted debe cambiar su enfoque. Su hija la necesita, y ella es ahora su responsabilidad más importante. En vez de pasar todo el tiempo pensando en algún hombre, no deje de pensar en su hija y en todas las formas en que usted quiere ser una buena madre.

No es fácil ser una madre soltera. Es desgastador tanto física como mentalmente. Usted va a necesitar apoyo moral y emocional. Los rezos que usted hace van dirigidos a Dios, pero proceden de su memoria y no de su corazón. ¿Por qué no hace la prueba de hablar con Dios como si Él estuviera sentado a su lado? Derrame todas sus frustraciones y tristezas al hacerlo. Pídale que la perdone, en el nombre de Jesucristo su Hijo, y que sea su mejor amigo. Busque una iglesia que tenga un grupo para madres jóvenes, y asista con la mayor frecuencia posible. Participe en otras actividades en las que son bienvenidos los niños, a fin de encontrar amigos que la apoyen. Esta situación no pasará tan pronto como usted quisiera. Le llevará años, así que más vale que comience de una vez a sacarle el mayor provecho posible.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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