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Caso 438

Tengo veintisiete años, al igual que mi novia.... Hace algunos días me confesó que se besó en tres ocasiones con un joven de su trabajo.... Estoy destrozado porque todo este tiempo prometimos fidelidad como si ya estuviéramos casados.... Ella está arrepentida. Dice que fue un error... que no sabe por qué lo hizo, y que ha tomado medidas con ese joven para que no me sienta mal y vuelva a confiar [en ella]....

No como ni duermo.... Ella dice que va a demostrarme que ha cambiado, que me dará cuenta de todos sus actos y conversaciones. ¿Qué debo hacer? ¿Sigo con ella y restauro la confianza, o dejo las cosas así? La amo y quisiera que fuera mi esposa, pero eso me ha destrozado el alma.

Consejo

Estimado amigo:

Sentimos mucho lo afligido que se siente. Dice que no come ni duerme, pero nos preguntamos si eso se debe más bien a no saber cómo proceder, o al dolor emocional que siente a causa del posible fin del noviazgo.

Usted dice que los dos se prometieron fidelidad mutua. Esas promesas son muy importantes para contestar las preguntas que nos hace. Si se prometieron fidelidad mutua «como si ya estuvieran casados», entonces no es de extrañarse que usted se sienta como un esposo traicionado. Eso es mucho más serio que si no se hubieran hecho esas promesas. Si está seguro de que su novia prometió serle fiel y que ella entendía que la promesa de ella era tan seria como la suya, entonces usted en definitiva tiene por qué poner en tela de juicio el noviazgo.

Es inquietante que su novia diga que no sabe por qué besó a ese joven. Si bien es común que los niños no sepan por qué hacen ciertas cosas, los adultos que dicen que no tienen razones para justificar su conducta tal vez sean inmaduros o ciegos a sus propias motivaciones y defectos de carácter. Quién sabe si ella sepa por qué, pero no lo admite (quizá porque teme cómo usted pudiera reaccionar), o en el subconsciente está saboteando el noviazgo porque teme comprometerse de por vida.

Cualesquiera que sean las razones, esta situación es una advertencia de que no debe proceder a la siguiente etapa del noviazgo hasta que haya pasado más tiempo. Lo mejor pudiera ser que le diga que todavía la ama, pero que dadas las circunstancias usted está retirando la promesa que le hizo de serle fiel. Puede decirle que ya no dará por sentado que algún día se casará con ella. Explíquele que ambos necesitan más tiempo para explorar sus sentimientos acerca de lo ocurrido y de su disposición a un compromiso de por vida. Luego de tener esa conversación tan difícil, le recomendamos que siga con ella si usted quiere hacerlo, o que deje de verla por un tiempo si le parece mejor. En cualquier caso, sería un error proceder como si nada hubiera ocurrido.

Nuestro Padre celestial comprende cuando nos sentimos muy afligidos. ¿Se imagina la angustia que Él sintió al ver a su Hijo Jesucristo sufrir en la cruz a causa de nuestros pecados? Pídale que lo ayude a reponerse del dolor emocional. Usted necesita su ayuda y su sabiduría divina.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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