Yo trabajo fuera de la ciudad en donde vivo con mi esposa y dos hijos. El motivo de trabajar fuera era mejorar económicamente. Todo iba bien hasta el día en que salí por la noche. Conocí a un tipo, el cual me inspiró confianza. Comenzamos a beber, y terminamos con unas prostitutas. Bebí, me drogué y gasté todo lo que había guardado para mi familia.
¡En estos [días] he estado tan triste y deprimido! No encuentro qué hacer. Le mentí a mi esposa, y he pensado en quitarme la vida. ¡Me siento tan mal! Les fallé a mi esposa y a mis hijos. Necesito de sus consejos. Esto es lo peor que me pudo haber pasado.
Consejo
Estimado amigo:
En primer lugar, el quitarse la vida pudiera sacarlo de este problema, pero en definitiva no le serviría de nada a su esposa y a sus hijos. Es más, con eso usted los estaría condenando a dificultades económicas permanentes. Si el dinero que usted perdió tenía semejante importancia para su familia, ¿entonces cómo podrían ellos salir adelante si usted muriera y no hubiera nadie que los ayudara económicamente? De modo que es evidente que sería muy egoísta de su parte que tomara la alternativa de suicidarse.
Peor aun que su actual problema económico es la vergüenza que siente por las cosas malas que hizo y por todas las malas decisiones que tomó. Le fue infiel a su esposa y se expuso usted mismo a enfermedades venéreas que pudieran acabar con su propia vida. Si usted ahora tiene relaciones sexuales normales con su esposa, la estará contagiando a ella con cualquier enfermedad que pudo haber adquirido. Si su esposa se enfermara de gravedad a causa de esa noche que usted pasó con una prostituta, ¿acaso no sería eso lo peor que pudiera suceder?
Usted dice que esto es lo peor que pudo haberle pasado, pero lo cierto es que no sucedió así nomás. Usted tomó la decisión de salir y beber. Optó por hacer todo lo demás esa noche, probablemente como resultado de haber decidido beber. Las cosas malas no sucedieron porque sí. Se debieron a las decisiones que usted tomó. Es probable que esa sea la razón por la que siente tal vergüenza.
Cuando mentimos acerca de algo malo que hemos hecho, con eso sólo aseguramos que sean peores las consecuencias. Al mentirle a su esposa, usted la ha engañado aún más. Ahora debe volver a casa y contarle a ella toda la despreciable historia tan pronto como le sea posible. Ella se enojará y tal vez se encolerice más de una vez. Usted la ha herido, y ella arremeterá con sus palabras y sus emociones. Recuerde que usted merece cualquier cosa que ella le diga, y que está demostrando valor al decírselo de una vez por todas. Ruéguele que lo perdone, y esté dispuesto a reconocer que la confianza que ella le ha tenido sufrirá por mucho tiempo en el futuro. Usted tendrá que esforzarse mucho para recobrar la confianza de ella. Sin embargo, si dice toda la verdad ahora, estará demostrando el deseo que tiene de ser veraz con ella respecto a todo de aquí en adelante.
Sería prudente de su parte que se haga examinar para ver si ha contraído alguna enfermedad, en lugar de arriesgarse a lo desconocido. También sería una medida sabia que consultara con un consejero que pudiera ayudarlos a usted y a su esposa a superar esta infidelidad. Este proceso sin duda sería más fácil si usted obtuviera un empleo en la ciudad en que viven. El estar separado de su esposa no le dio buenos resultados, y es probable que siga contribuyendo a que todo sea más difícil de lograr en su matrimonio.
Hay Alguien que, sin lugar a dudas, lo perdonará si se lo pide. Su Padre celestial está consciente de la situación actual y quiere ayudarlo, pero usted tiene que pedirle perdón en el nombre de su Hijo Jesucristo. Si le pide con sinceridad que forme parte de su vida y lo ayude, Él le servirá de guía. No quitará las consecuencias del pecado que usted ha cometido, pero sí quitará la culpa y la vergüenza que siente.
Le deseamos lo mejor,