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Caso 586

Mi esposo y yo nos casamos hace once años y tenemos dos niños.... Él es técnico; yo soy profesional. La carga económica y educativa de los niños es mía. Además, pago la hipoteca de la casa y la empleada doméstica. Como mi esposo gana menos que yo, tiene menos responsabilidades. En ocasiones me siento frustrada porque no me queda nada para mí y no sé cómo abordar el tema con él porque no quiero que se sienta mal. Es un buen esposo y padre.

Consejo

Estimada amiga:

El dinero es el tema de muchos conflictos entre esposos y la causa de la disolución de muchos matrimonios. Es muy difícil cuando los dos cónyuges tienen diferentes puntos de vista acerca del dinero y diferentes prioridades en cuanto a cómo gastarlo.... Sin embargo, no hay una manera acertada o equivocada de dividir la responsabilidad económica, de modo que cada matrimonio debe descubrir lo que les resulta mejor a ellos. La manera como ustedes están pagando sus cuentas no es incorrecta, pero no les está dando el resultado que debiera darles. La Biblia no aborda este tema, así que sólo podemos ofrecerle algunas sugerencias basadas en nuestras propias experiencias.

En vez de decir que usted paga por algunas cosas y que su esposo paga por otras, creemos que sea mejor decir: «Nosotros pagamos» las cuentas domésticas. Para lograrlo, sugerimos que abran una cuenta bancaria conjunta y decidan qué porcentaje de sus ingresos debe transferir cada uno a la cuenta conjunta cada vez que reciban su sueldo. Por ejemplo, usted puede transferir el noventa o el noventa y cinco por ciento de sus ingresos, y su esposo puede hacer lo mismo. Entonces todos sus gastos se pagarán de la cuenta conjunta, y a cada uno le sobrará dinero en su cuenta personal para comprar regalos y ropa y cubrir otros gastos. La cantidad que cada uno deposite en la cuenta conjunta será distinta, pero el porcentaje será el mismo.

Una alternativa que tal vez prefieran es que cada uno deposite todos sus ingresos en la cuenta conjunta y luego acuerden una cantidad igual que cada uno pueda gastar personalmente. De hacerlo así, lo que cada uno pueda gastar personalmente será la misma cantidad en vez de una cantidad basada en un porcentaje.

Con relación al hecho de que su esposo gana menos dinero que usted (tal como tratamos en el Caso 397), un hombre puede ser digno de respeto como el líder espiritual de su hogar sin que importe el monto de sus ingresos. Como líder espiritual, le corresponde motivar con sabiduría a sus hijos a que sirvan a Dios de un modo adecuado a su edad respectiva. Debe asegurarse de que la familia asista fielmente a una iglesia en que la vida de los feligreses refleje que han sido transformados por el amor de Dios. Y lo más importante es que debe ser un auténtico ejemplo para su familia en su servicio personal a Dios y en el trato que les da a su esposa y a sus hijos. Cualquier hombre que hace estas cosas merece el respeto de su esposa, sin que importe a cuánto ascienden sus ingresos.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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