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Caso 757

Tengo una relación... con un hombre desde hace siete años. (Antes de estar con él, estuve casada.) Él es un buen hombre y buen padre... pero con frecuencia menciona mi pasado haciendo [insinuaciones de] acciones incorrectas que él supone que cometí.... Yo me siento ofendida y me defiendo; [pero él] dice que, si no es verdad, no debo ofenderme....

Eso me hace preguntarme si realmente me estima, ama y respeta… Aclaro que nada de lo que él insinúa que yo hice es verdad....

¿Es sano estar en una relación así? ¿Puedo hacer algo para remediarla? Me siento irrespetada.

Consejo

Estimada amiga:

Es obvio que este hombre trata de hacer que usted se sienta mal a fin de sentirse mejor él mismo. Él se siente amenazado de alguna forma, y se vale de mentiras como un arma en contra suya para que también usted se sienta incómoda y pierda la calma. Cuando manipula sus sentimientos con esas insinuaciones, él siente que ejerce poder sobre usted, y ese poder oculta la inseguridad de él.

Estamos de acuerdo en que las palabras de él crean una dinámica que no es sana. Tal vez la ame, pero la manera como él manipula con crueldad los sentimientos de usted no es la forma de mostrar amor. Es posible que él justifique esa burla al creer que sólo está jugando con usted. Sin duda se convence de que usted se está dejando llevar por las emociones y que tal experiencia le enseñará a ser más resistente.

Sin embargo, realmente no importa por qué él hace eso. El hecho de que las palabras de él la hieren a usted debiera ser razón suficiente para que deje de portarse así. Pero a pesar de que usted le ha pedido que no vuelva a hacer esas insinuaciones, él sigue haciéndolas.

Nosotros en realidad no comprendemos por qué elige vivir con un hombre a quien poco o nada le importa cómo se siente usted. El apóstol Pablo enseñó: «El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.»1

Dios diseñó la intimidad sentimental de modo que se disfrutara dentro de los límites de la seguridad y del compromiso del matrimonio. Cuando un hombre y una mujer toman la decisión de unirse en matrimonio, con eso protegen sus propios intereses al cuidarse y valorarse mutuamente. Ya no pueden herir al otro o a la otra sin herirse a sí mismos.

El hecho de que muchas personas no cumplen sus votos nupciales no debilita la intención o el plan de Dios. Y el hecho de que muchos matrimonios terminan en divorcio no hace dudar de la institución del matrimonio sino más bien de las dos personas que incumplieron sus votos.

Nosotros creemos que usted no debe vivir con ningún hombre con quien no esté casada. Por eso le aconsejamos que busque consejería profesional con la intención de resolver este problema para que pueda casarse o ponerle fin a la relación. No debe considerar el seguir adelante si nada cambia.

Le deseamos lo mejor,

Linda
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1 1Co 13:6-7 (NVI)

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