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Caso 153

Hace poco llegué a ser padre de una linda bebé, aunque no estoy casado con mi pareja. [Ella] es la mejor mujer del mundo que haya conocido, pero el problema soy yo, que a la par he tenido una amante que es de un club nocturno.

Me siento sucio y con una carga muy grande. Temo perder a las personas a quienes más amo. He pedido a Dios que me perdone, pero el sentimiento de culpa no desaparece. Aún siento aquí en el corazón ese dolor, y esa voz que me dice: «¡Culpable, culpable!» En verdad, yo quisiera acabar con todo lo malo que hice y empezar una nueva vida... [pero] cuando lo intento, vuelvo a caer en ese pozo sucio.

¡Por favor, ayúdeme, que me siento desesperado! En verdad, sí quiero ya cambiar y... casarme y terminar con esa vida de pecado que llevo.

Consejo

Estimado amigo:

Nos alegra que haya tenido la confianza de contarnos su caso. Aunque usted sienta que es el único que se encuentra en esa situación, lo cierto es que hay muchas otras personas que se hallan en ese pozo sucio que usted ha descrito. Al igual que usted, han tratado de cambiar muchas veces, sólo para caer aún más profundo en un oscuro abismo. Han perdido toda esperanza. Pero usted nos ha contado su caso porque quiere hallar una salida, ¡y sí hay esperanza!

Su conciencia le está indicando que usted es culpable debido a que esa es la verdad, como usted mismo lo ha reconocido. Es culpable de la mentira y del engaño, y de muchas otras cosas que han hecho que se sienta sucio. Pero lo que hasta ahora no ha comprendido es que todo ser humano también es culpable. Todos hemos pecado.1 Y como todo pecado merece el castigo de Dios, todos sufriremos el castigo por las cosas que hemos hecho. Los pecados que usted ha cometido tal vez le parezcan peores que los de otras personas a las que conoce, pero todo pecado nos separa de Dios.

Cada uno de nosotros debe reconocer su pecado ante Dios mediante la oración. Pero en lugar de responder condenándonos, Dios ya ha respondido enviándonos a su único Hijo para que pague el castigo por nuestros pecados. Jesucristo murió a fin de llevar tanto el castigo de usted como el nuestro. Así que, cuando le pida a Dios que lo perdone y usted de veras se arrepienta de sus pecados, Él borrará la cuenta por completo y le dará esa nueva vida que usted desea.

Luego de que haya orado y le haya pedido a Dios que tome el control de su vida, debe dar los próximos pasos y comenzar de nuevo. Pídale a la mamá de su hija que lo perdone por haberla engañado, y propóngale matrimonio. Hágase responsable ante ella con relación a todas las actividades en que usted participe, de modo que ella siempre sepa dónde está usted. Haga un horario para sí mismo que no le dé tiempo ni oportunidad para engañar a nadie, y obsérvelo estrictamente.

Quédese en casa con su familia en vez de frecuentar clubes nocturnos. Manténgase alejado de tabernas y de otros lugares donde pudiera tomar malas decisiones. Busque una iglesia cercana en que las personas que asistan estén contentas y muestren amor porque han cultivado una relación personal con Dios mediante la oración y la lectura de la Biblia. Tal comunidad de personas es el sitio ideal en el que usted y su familia fortalezcan sus relaciones los unos con los otros y con Dios.

Le deseamos lo mejor,

Linda y Carlos Rey
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1 Ro 3:23

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