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Caso 528

Soy madre soltera de una niña de cuatro años. Vivo en casa de mi madre.... Las condiciones laborales de mi país me han impedido conseguir un buen trabajo a pesar de ser profesional.... Se me dificulta, pues no tengo quien me cuide la niña... y las guarderías son carísimas....

El papá de mi hija me ayuda poco y cuando él quiere. Mi madre me ayuda, pero sólo con los gastos de mi hija. Ella vive con otro hombre y, aunque me ayudan dándome la comida, siempre hacen que me sienta mal por no tener trabajo y no contribuir a la casa....

Me siento triste, sin esperanzas, sin ganas de vivir.... Incluso he pensado en destruir la vida de mi hija y la mía. Sé que estoy mal, ¡pero me siento tan sola, desolada! ... Incluso siento que Dios no existe y nos dejó solas.

Consejo

Estimada amiga:

Su caso es muy doloroso. Nos preocupa mucho que se sienta tan mal que haya pensado en ponerle fin a su vida y a la vida de su hija. Le rogamos que haga una cita con un médico y le dé a conocer esos pensamientos suicidas. Para su propia protección, usted necesita ayuda profesional de inmediato.

Quisiéramos sugerirle una opción que tal vez no haya considerado en cuanto a un empleo. Si bien es cierto que podría ganar más dinero si consiguiera empleo dentro de su profesión, también es cierto que podría desempeñar algún otro tipo de trabajo con menos compensación. La opción más lógica es trabajar en una guardería donde su hija pudiera acompañarla al trabajo. Los empleados en las guarderías no ganan mucho, pero sería un buen lugar donde comenzar. Su meta sería ahorrar suficiente dinero como para pagar los costos de una guardería cuando consiga un mejor empleo.

Es muy importante que se fije metas y resuelva que cada día dará pequeños pasos para lograrlas. Es posible que su desesperanza y desaliento se deban a que no tiene metas que esté tratando de alcanzar. Usted se ha convencido de que no tiene opciones y de que es víctima de sus circunstancias.

Si Dios la ha dejado sola tal como usted dice, ¿entonces cómo es posible que Él no exista? Aunque usted no lo acepte, Él sí existe. Y aunque no lo reconozca, Él siempre la acompaña. Pero al igual que todos nosotros, usted tiene pecado que la separa de Dios. Ese pecado impide que tenga una relación personal con Él. Sin embargo, si le pide que perdone sus pecados en el nombre de su Hijo Jesucristo, Él los perdonará. Y le dará la sabiduría y la fortaleza para cumplir el plan perfecto que tiene para su vida, así como lo ha hecho con nosotros.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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