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Caso 627

[Mi esposo y yo nos casamos hace unos meses, después de tres años de noviazgo.] Él se pasa todo el tiempo hablando por teléfono. A la hora que despierto está con el celular. Ya hemos discutido por eso, porque no me gustan sus conversaciones como si no estuviera casado.

Ambos somos celosos, pero yo soy lo más transparente que puedo con él. En cambio, siento que él no es sincero del todo conmigo. He pensado en separarme o salvar mi matrimonio, pero él no pone de su parte....

El teléfono lo esconde cuando está mensajeando. No permite ni que toque el teléfono. ¡Ayúdenme! ¡Estoy desesperada!

Consejo

Estimada amiga:

¡Lamentamos mucho la desesperación que usted está sintiendo! La desesperación es un estado emocional en el que uno toma decisiones basadas en los sentimientos y no basadas en la lógica y la razón. Limita la capacidad que uno tiene para evaluar opciones basadas en los méritos de cada opción, y hace más bien que uno tome decisiones basadas en información imprecisa o incompleta.

En ese estado de desesperación, suponemos que usted se siente ansiosa, temerosa y enojada. Cuanto más piensa en lo que está haciendo su esposo, más ansiosa se pone, más temerosa se vuelve y más enojada se siente. En otras palabras, sus pensamientos causan cambios químicos en su cerebro que usted experimenta en forma de ansiedad, temor y enojo. Luego, el sentir esas emociones hace que tenga más pensamientos parecidos. Eso se convierte en un círculo vicioso de pensamiento, sentimiento, pensamiento, sentimiento. Es hasta posible que a usted le cueste trabajo pensar en alguna otra cosa debido a que su cerebro está ocupado de continuo con pensamientos y emociones que tienen que ver con el uso del teléfono de parte de su esposo.

Si bien estamos de acuerdo con usted en que es probable que lo que su esposo le oculta sea perjudicial para su matrimonio, de veras dudamos que sus manifestaciones de emoción produzcan un cambio en él. De hecho, es más probable que esas emociones suyas harán que se aleje más de usted. Por eso creemos que podrá comunicarse con su esposo con mayor eficacia si usted aprende a controlar sus emociones.

En mi experiencia personal he visto que mi confianza en Dios me ayuda a pensar en lo que Él dice en vez de pensar en lo que me está causando ansiedad. Él dice que me ama y que puedo confiarle a Él mis problemas.1 Y dice que guiará mi vida si se lo permito.2 Por eso, a medida que determino concentrar mis pensamientos en todo lo bueno que Dios ha hecho por mí, y le agradezco por todas las bendiciones en mi vida, se me hace más fácil contrarrestar la ansiedad y el temor.3 Y puedo confiar en que Él me ayudará a tomar decisiones sabias y me dará la fortaleza necesaria para cualquier prueba que afronte.4

Hace algún tiempo, otra mujer nos contó acerca del problema que tenía con el esposo por los secretos que él tenía en el teléfono. Le recomendamos que lea el Caso 317 y considere el consejo que le dimos a ella.

Le deseamos lo mejor,

Linda
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1 Jn 3:16; 1P 5:7
2 Pr 3:5,6
3 Ps 56:3
4 Ro 8:28; Fil 4:13

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