de 847
Caso 388

Tengo una esposa y un hijo.... Creo que soy alcohólico porque cada semana tomo, y después me siento triste y desconsolado, y pido a Dios que me libere del alcohol. Siento que no es bueno que... mi hijo crezca viéndome tomar.

Por ahora trabajo lejos, pero pienso traer a mi familia y no quiero que mi hijo me vea [ebrio].... He sido huérfano de padre, y no quiero ser un mal padre para mi hijo. Quiero que él sea un niño feliz y que esté orgulloso de mí.

Consejo

Estimado amigo:

Yo sé lo que es tener un padre que bebe todos los días y se emborracha una buena parte del tiempo. Así que me identifico con la profunda vergüenza de tener un padre que es alcohólico. He experimentado la incertidumbre, la inseguridad y la ansiedad que siente una niña cuando no sabe la condición en que se encontrará su padre cuando él visita su escuela o cuando llega a conocer a los padres de los amigos de ella. Todavía siento esa vergüenza. La llevo siempre adentro, recordándome cómo me hacía sentir.

Lo felicito por querer una vida mejor para su hijo y por querer que él esté orgulloso de usted. Al parecer usted le tiene mucho afecto y quiere cambiar el hábito de la bebida. Rogarle a Dios que lo ayude es un buen comienzo, pero vencer el alcoholismo requiere más que simples lamentaciones y ruegos.

Mi hermano es un alcohólico, pero ya no bebe. Ahora asiste más bien a reuniones en las que él y otros alcohólicos se animan mutuamente y se esfuerzan juntos por cambiar su vida. A fin de vencer el alcoholismo, también usted debe buscar un grupo de apoyo para alcohólicos y asistir con mucha frecuencia a las reuniones que tengan. ¿Le da pena o siente vergüenza admitir frente a otras personas que usted es un alcohólico? Esa vergüenza no es nada si se compara con la vida de vergüenza que le causará a su hijo si usted no deja de beber.

Cuando ore, pídale a Dios perdón por todos los pecados que usted ha cometido. Pídale que le dé el valor y la determinación necesarios para dar los pasos requeridos en el proceso de cambiar su vida. Y pídale que lo acompañe a la primera reunión y que sea su Compañero todos los días. Busque una iglesia en la que los asistentes hayan sido transformados por la relación que han cultivado con Jesucristo, y asista también a esas reuniones.

Usted necesita afianzar bien su sistema de apoyo antes de rodearse de sus seres queridos. Por eso tal vez sea mejor que comience a asistir a las reuniones antes de llevar a su esposa y a su hijo donde usted vive ahora. No lo aplace. ¡Comience hoy mismo!

Le deseamos lo mejor,

Linda

Este Caso me ayudó Envíenme información Deseo una relación con Cristo
Información en este sitio