Mi esposo me fue infiel.... Lo confronté, y me pidió disculpas, pero me echó un poco la culpa. Ya van casi dos años de eso. Él siguió la relación con la mujer, pero me dice que ya no está con ella porque se fue a otro país.... Mi esposo no me garantiza que no lo va a volver a hacer. A ella la ama, y dice que también siente algo por mí. Cuando está en casa (algunos días), él sólo se la pasa en el cuarto con el teléfono y no sale sino para comer, y no les dedica tiempo a los niños.
No sé qué hacer. Algunos consejeros me dicen que no le reclame nada, que ore y Dios obrará. Otros me dicen que le diga lo malo que hace, porque Dios me lo reclamará [si no me interpongo].
Consejo
Estimada amiga:
Al parecer, usted ha buscado consejo de varias personas. Por lo general, no tendríamos nada más que decir al respecto, ya que usted tiene quien la ayude. Sin embargo, el consejo que dice que ha recibido varía de un extremo a otro. ¿Cómo se supone que pueda saber con certeza cuál consejo es el mejor? Nosotros, por nuestra parte, decidimos lo que es mejor mediante el estudio de la Biblia, ya que creemos que es la Santa Palabra de Dios y que contiene principios que pueden guiarnos, aun en las situaciones más difíciles.
Los consejeros que le han dicho que no haga nada más que orar y confiar en Dios están siguiendo principios bíblicos acerca del perdón y de la comunicación con Dios, pero están pasando por alto enseñanzas bíblicas acerca de la fidelidad. Muchas personas bien intencionadas conocen ciertas partes de la Biblia, pero no tienen en cuenta la visión global que consta del carácter de Dios y de su plan para sus hijos. Esa es una razón principal por la que quienes siguen a Jesucristo, el Hijo de Dios, deben estudiar y meditar en la Biblia, aprendiendo y comprendiendo más cada día.
¿Qué es, entonces, lo que más le importa a Dios? ¿Es el perdón, la devoción, la justicia, la misericordia, u otra cosa? Esa pregunta es como preguntar si necesitamos el sueño más que el alimento. Cuando de veras tenemos hambre, necesitamos comer, y cuando de veras estamos cansados, necesitamos dormir. No podemos comparar la importancia de lo uno con lo otro, pero sí sabemos lo que necesitamos en determinada ocasión o circunstancia.
Uno de los Diez Mandamientos establece que el adulterio es pecado.1 Jesucristo mismo enseñó que cuando el adulterio lo ha cometido uno de los cónyuges, hay legítimas causales de divorcio.2 Sin embargo, cuando el cónyuge infiel está arrepentido y comprometido a ser fiel en el futuro, el matrimonio a veces puede salvarse.
En el caso suyo, además del adulterio continuo, su esposo admite sin vacilar que volverá a hacerlo. Él no se compromete a serle fiel a usted en el futuro. Quiere más bien gozar de los beneficios de tener una esposa y una amante al mismo tiempo. Se ha convencido de que usted debe estar dispuesta a aceptar ese arreglo.
Entonces ¿qué debe hacer usted? Debe protegerse de las enfermedades de transmisión sexual que su esposo pudiera traer consigo a casa, investigar con un abogado cómo puede usted protegerse económicamente, y analizar sus opciones en caso de que tenga que salir de la casa. ¿Debe usted también pedirle a Dios que le dé sabiduría? Sí. ¿Y debe confiar en Dios? Sí. Pero no deje de leer la Biblia y de estudiar los pasajes que tienen muchas lecciones acerca de las consecuencias de la infidelidad. Tome decisiones conforme a lo que Dios le indique, y recuerde que Él le será fiel a lo largo de toda etapa difícil que afronte en el futuro.
Le deseamos lo mejor,
Linda
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1 Éx 20:14
2 Mt 5:32