Tengo dieciocho años de edad... y una novia.... Los dos estudiamos en la universidad.... Yo quiero que nuestro noviazgo tenga un propósito: llegar al matrimonio. No quiero jugar con ella, pero tampoco quiero que caigamos en la inmoralidad. Mi inquietud es: ¿Qué debiera hacer yo como varón? ... ¿Cómo logro evitar toda tentación que nos llegue a hacer pecar?
Estuvimos hablando sobre vernos en un lugar sin nadie más... y nos estuvimos mandando fotos desnudos.... No nos vimos así, ni tuvimos actividad sexual físicamente... pero si no hago algo, podría suceder lo peor.... No sé cómo decirle que estas cosas me ponen mal porque nos alejan de Dios....
Consejo
Estimado amigo:
Lo felicitamos por el deseo que tiene de seguir a Dios y de hacer lo que le agrada a Él. Estamos de acuerdo en que debe estar preocupado por las consecuencias de tener una relación física con su novia. Y estamos de acuerdo en que debe tomar medidas preventivas ahora antes de cometer un error que lamentará por el resto de su vida.
Usted y su novia ya han intercambiado fotos al desnudo. Lamentablemente, esa es una señal de que están enfocados en el aspecto físico en vez del aspecto emocional. Bien pudiera negar que esto sea cierto, ya que siente una fuerte sensación sentimental cuando ve las fotos de su novia. Sin embargo, esa clase de emoción no es más que lujuria. No es amor, ni incrementa el amor mutuo que sienten. Al contrario, es dañino para su noviazgo.
Los novios que invierten tiempo hablando y llegando a conocer el trasfondo, las prioridades, las preferencias y las metas del otro están progresando en sus respectivos noviazgos. En cambio, los que cultivan una relación sexual pasan el tiempo enfocados en experimentar el placer físico en vez de profundizar la conexión sentimental. Están trazando su rumbo con miras a un noviazgo superficial e insatisfactorio.
Las películas y los libros se concentran en la interacción física entre los novios. A quienes leen o ven esas historias se les lleva a creer que la atracción física es la confirmación del amor verdadero.
Lamentablemente, ese mito ha causado más divorcios y corazones quebrantados que lo que podemos imaginarnos. A la mayoría de las personas les resulta fácil sentir la atracción física, mientras que puede resultarles difícil la comunicación profunda y significativa. Las personas que tienen un noviazgo que está cimentado en una atracción física tienen muy pocas probabilidades de disfrutar juntos de una vida larga y dichosa. En cambio, los noviazgos que están cimentados en una amistad profunda y sincera, acompañada de la atracción física, tienen excelentes probabilidades de edificar juntos una gran vida de la cual disfrutar.
Si usted cree que de veras ama a su novia, aún es posible que salve su noviazgo. Niéguese a llevarla a sitios donde puedan pasar tiempo a solas. Dígale que respeta su pureza y que no la despojará de eso. Niéguese a sacarse fotos indecentes, y pídale a ella que no le envíe semejantes fotos a usted. (Ambos debieran estar preocupados de que tales fotos ya existen, debido a que pudieran ser pirateadas y remitidas a otros.) Lo más importante es que le diga con toda franqueza el deseo que usted tiene de edificar su noviazgo conforme al diseño divino.
Le deseamos lo mejor,