Participé en la guerra civil que desgraciadamente hubo en mi país.... Al retornar, comencé una vida pervertida de borracheras, mujeres y juegos de azar, lo que generó problemas en mi matrimonio, ocasionando sufrimientos a mi familia.... Desde hace muchos años he considerado que Jesucristo me está ofreciendo la oportunidad de cambiar mis hábitos de vida, y le he ofrecido sinceramente mi corazón, tratando de vivir cristianamente sin congregarme en ninguna iglesia porque, según mi opinión, no hay iglesia honesta por los escándalos inmorales que han sucedido en mi país....
En cada oración pido a Jesucristo fortaleza y confianza en su Palabra, además de cumplir los propósitos que Él tenga para mí. Solicito su consejo sobre la iglesia en la que debo congregarme.
Consejo
Estimado amigo:
¡Lo felicitamos por su decisión de entregarle su vida a Cristo y seguir su voluntad divina para su vida! A medida que usted lo vaya conociendo cada vez más, tendrá las fuerzas para resistir la tentación, y eso en definitiva contribuirá a mejorar las relaciones con su familia.
Hace bien en querer reafirmar su confianza en la Palabra de Dios, que es la Biblia, ya que es el fundamento de todo lo que sabemos con relación a Dios. A medida que leemos la Biblia, aprendemos acerca del carácter de Dios. Él es siempre íntegro, siempre confiable y siempre fiel, aun cuando como seres humanos pecamos contra Él. Aprendemos de la Biblia que Dios nos perdona si nos arrepentimos de lo que hemos hecho y le pedimos perdón. Pero a veces, a pesar de haber sido perdonados, hay consecuencias naturales que debemos afrontar a causa de nuestra conducta.
Muchas iglesias están afrontando las consecuencias naturales de líderes que no sólo han pecado, sino que también han herido a miembros de sus congregaciones. Para colmo de males, esos líderes han encubierto mutuamente los unos los pecados de los otros una y otra vez. Como resultado, las iglesias han cobrado mala fama.
La mayoría de las personas sinceras hacen la misma preguntan que usted. ¿Cuál iglesia es «irreprochable»? ¿Dónde hay líderes íntegros? ¿En quién se puede confiar?
Para comenzar, lo más fácil es que se dé cuenta de cuáles de sus amigos o familiares demuestran el amor de Dios a quienes los rodean. ¿Cuáles se distinguen de los demás en su manera de hablar y de actuar? Todo el que haya cultivado una relación con Cristo debe parecerse más a Él cada día.
Si usted conoce a alguien así, pregúntele a qué iglesia asiste. Pídale que le dé una lista de sus creencias (o haga una búsqueda por Internet) y asegúrese de que esas creencias se alinean con las suyas. Entérese del gobierno de la iglesia, de quién toma las decisiones en cuanto a las finanzas, y a quiénes les rinden cuentas los líderes. Tal vez quiera hacer una cita con uno de esos líderes a fin de recibir respuestas a sus preguntas. Si todas las respuestas lo satisfacen, entonces asista a esa iglesia algunas veces y pídale a Dios que le muestre si es la indicada para usted.
Es posible que tenga que probar varias iglesias hasta dar con la indicada, pero el esfuerzo que haga valdrá la pena. Usted necesita una iglesia que ofrezca buena enseñanza y a la que asistan auténticos seguidores de Cristo a los que pueda rendir cuentas de su comportamiento a fin de acercarse a Dios cada vez más día tras día.
Le deseamos lo mejor,