No he podido tener una relación estable. Siempre quedo muy mal y desanimado. Entrego mucho de mi parte, y después me cuesta mucho levantarme. Si no fuera por Dios, no estaría con vida porque sé que Él está en contra de quitarse la vida.... Sólo quiero ser feliz, tener una esposa que sea mi amiga y compañera... y madre de mis hijos. ¡Es tan difícil eso para mí! Se lo he pedido mucho a Dios, y que me ayude a quererme más a mí mismo primero.
Consejo
Estimado amigo:
Sentimos mucho que esté sufriendo estas dificultades. Usted desea lo que piensa que puede traerle felicidad en esta vida, pero todos sus esfuerzos no le han traído nada más que soledad. No sabemos si son realistas sus expectativas sobre cómo debe comenzar y progresar una relación romántica. Pero sí sabemos que lo que usted ha estado haciendo para formar y mantener esas relaciones no le está dando los resultados que desea, así que ya es hora de que cambie su manera de proceder.
¿Está dispuesto a cambiar? ¿Está preparado para aprender y practicar habilidades que le ayudarán a cultivar mejores relaciones con los demás? Usted le pide a Dios que lo ayude a quererse a sí mismo, y Dios lo ayudará si usted permite que Él tenga el primer lugar en su vida. Pero usted tiene que esforzarse por descubrir lo que tiene que cambiar, y luego esforzarse por cambiar cada vez más día tras día.
Entonces ¿qué necesita cambiar? Un consejero profesional puede ayudarle a cultivar mejores relaciones humanas, y a descubrir cuáles son las emociones y los comportamientos que pudieran estar impidiendo que progrese. Es posible que usted haya adquirido malos hábitos en las relaciones humanas durante su niñez y adolescencia. O tal vez usted sea una persona naturalmente introvertida a quien le cuesta trabajo relacionarse con personas desconocidas o conversar con alguien a quien ya conoce. ¿Se enoja con facilidad? ¿Tiende a ser pesimista? No sabemos si usted sufre de algunas de estas tendencias, pero un consejero profesional pudiera ayudarlo a identificar algunas de las razones posibles por las que no ha podido tener una relación estable. Sin embargo, este es un proceso que lleva tiempo. No espere una respuesta inmediata o una solución mágica.
Es posible que usted crea que no cuenta con los recursos necesarios para consultar a un consejero. De ser así, entonces usted tampoco cuenta con los recursos necesarios para casarse y tener hijos. Formar una familia es muy costoso, mientras que consultar a un consejero le costará sólo una pequeña fracción de esa cantidad.
Dios sí quiere ayudarlo a afrontar este proceso, pero una relación con Él debe ser de parte y parte. No es de esperarse que lo ayude si usted no está cultivando una relación con Él mediante la oración, la lectura de la Biblia, y la asistencia a una iglesia donde se enseña la Biblia y donde pueda progresar su relación con Él. Hay muchas cosas que Dios pudiera revelarle a usted en oración acerca de sí mismo, pero no es probable que Él lo haga si usted no ora. Las Sagradas Escrituras pueden enseñarle mucho acerca de las relaciones humanas, pero usted no va a poder aprenderlas a no ser que lea la Biblia con regularidad. Dios nos habla por medio de la oración y de la Biblia, así que si usted nunca hace esas cosas es probable que jamás reciba la ayuda que Él quiere darle.
Por último, además de cultivar una relación con Dios y de acudir a un consejero profesional, le recomendamos que lea el Caso 426 en www.conciencia.net para que considere más sugerencias.
Le deseamos lo mejor,