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Caso 287

Soy una mujer de veintiocho años, y tuve una relación de noviazgo por más de cinco años. Sin embargo, después de eso mi novio me engañó, y a menos de un mes tuvo otra novia. Actualmente se encuentra con ella.

Yo he luchado para no aferrarme a él, pero tengo mucho miedo de que, por mi edad, ya no me pueda casar.

Hace aproximadamente un mes, él me volvió a llamar diciéndome que me ama y que le dé tiempo, porque va a volver conmigo. Pero en este tiempo que llevamos, lo he notado muy interesado. Me pide dinero, me ha pedido que le compre cosas caras, y yo, con tal de que esté contento, lo he complacido. Le he pedido mucho a Dios que me ayude para salir de esto, pero siento que Dios ya no me escucha.

Consejo

Estimada amiga:

Usted dice que siente que Dios ya no la escucha. Si Él estuviera escuchándola, ¿qué sería diferente? ¿Qué quiere que Dios haga por usted en esta situación?

¿Acaso quiere que Dios convierta de inmediato a ese oportunista, engañador y mentiroso en su príncipe azul a fin de que llegue a ser un buen esposo? El problema con ese deseo es que Dios no va a obligarlo a que sea honorable. Dios nos creó a cada uno con libre albedrío, de modo que su ex novio tiene la libertad de ser un engañador. Si usted cree que él va a cambiar sin querer y sin aceptar la ayuda de Dios, entonces él ha logrado engañarla por completo. Porque Dios sólo cambia a la persona que está dispuesta a cambiar.

¿Desearía entonces que Dios hiciera retroceder el tiempo de modo que usted no perdiera cinco preciosos años de su vida con un embustero? Lamentablemente cada uno de nosotros tiene que afrontar las consecuencias de sus decisiones. Es probable que haya habido muchas señales de peligro advirtiéndole de la falta de entereza de carácter de ese tipo, pero usted optó por hacer caso omiso de ellas, y ahora ha perdido cinco años de su vida.

Lo peor que puede hacer una mujer es vivir con el temor de quedarse sola. Ese temor es una emoción negativa que sólo ha de aumentar a medida que medita en ella. Hará que usted tome decisiones insensatas y que luego tenga que sufrir las consecuencias. Invierta tiempo leyendo los casos en nuestro sitio www.conciencia.net que nos han contado decenas de mujeres que se equivocaron con el esposo que escogieron. A usted no le convendría cambiar la situación en que actualmente se encuentra por la miseria y el sufrimiento de ellas, junto con la soledad emocional en que viven.

Así que en lugar de concentrar sus esfuerzos por encontrar a un esposo, cambie de enfoque. Esfuércese por encontrar a niños y a adultos necesitados a quienes les beneficie el amor que usted puede darles. Concéntrese en cultivar relaciones significativas que colmen de gozo su vida. Pídale a Dios que sea su mejor amigo y que la ayude a ajustarse al plan perfecto que Él ha diseñado para su vida. Si es sincera, Él la escuchará y le responderá.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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