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Caso 487

He mantenido relaciones sexuales con mi novia. Somos jóvenes, y nuestros padres dudan de que lleguemos a ser esposos. Ahora mismo tengo miedo de lo que pase después. Si mi novia está embarazada, ambos sí queremos adelantar la boda, pero no tenemos los recursos suficientes. Nuestros papás obviamente lo tomarán mal....

No sé qué estoy haciendo de mi vida. Tengo mucho miedo. Quise ser siempre un ejemplo, incluso con mi novia; pero hoy me siento como un mal hijo. No quiero dejar a mi novia, pero tampoco quiero fallarle a Dios.

Consejo

Estimado amigo:

Es muy sabio de su parte que esté pensando en las posibles consecuencias de su conducta. ¡Hay tantas personas que evitan pensar en lo que pudiera suceder hasta después de que ya ha sucedido! El prever y tratar de evitar consecuencias muy difíciles es lo que distingue al sabio del insensato. Si usted sigue nuestros «Casos de la semana», se dará cuenta de que muchas personas ya están sufriendo a raíz de las consecuencias de su conducta y ahora lamentan muchísimo haber hecho lo que ocasionó la angustia que sienten. Quieren retroceder el reloj para volver a su condición anterior, pero eso nunca es posible. En su caso, sin embargo, usted puede evitarse consecuencias futuras y angustia al tomar medidas ahora mismo.

Todos afrontamos tentaciones, tales como la tentación de comer demasiado, la de probar drogas ilícitas o la de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio. El sabio reconoce la tentación y traza un plan para resistirla. El solo hecho de haber cedido a la tentación en el pasado no quiere decir que hay que seguir cediendo. Pero para evitar ceder de nuevo, hay que tener un plan.

Lea el Caso 365 en www.conciencia.net para descubrir varias maneras de llevar a cabo un plan, incluso teniendo una persona a la cual rendirle cuentas. Trate este asunto de inmediato con su novia y pónganse de acuerdo con ella en que dejarán de ir a todos los lugares donde han estado teniendo relaciones sexuales. Si es necesario, resuelvan que sólo volverán a encontrarse en lugares públicos. ¿Será fácil? ¡De ninguna manera! ¿Será conveniente? ¡No, en absoluto! Pero es la única manera de mantener la relación que tiene con su novia y a la vez evitar consecuencias desastrosas.

Su conciencia anda bien. Le está advirtiendo que usted corre peligro. Dios se vale de nuestra conciencia para hablarnos y evitar que pequemos. La mala noticia es que todo pecado nos separa de Dios, ya sea el tener relaciones sexuales con una persona con la que no estamos casados, mentir, engañar, robar o cometer homicidio. Pero la buena noticia es que Jesucristo, el Hijo de Dios, murió en la cruz para vencer y perdonar el pecado. Él pagó las consecuencias eternas del pecado para que nosotros no tuviéramos que pagarlas. Si usted de veras está arrepentido por su pecado, entonces no solamente le pedirá a Dios que lo perdone, sino que también trazará y cumplirá un plan para no volver a cometer ese pecado.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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