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Caso 832

Convivo con mi sobrina, a quien considero como una hermana de crianza. Últimamente he sentido que ella me tiene fastidio y rencor. En días pasados... fui y le pedí perdón por si la había lastimado o herido por algo. Entre lágrimas, me perdonó, pero al día siguiente el ambiente fue más hostil. No sé qué hacer: si seguirle pidiendo perdón hasta que ella saque lo que lleva dentro, o alejarme para evitar que quizás mi corazón se llene de motivos contra ella.

Consejo

Estimado amigo:

Lo felicitamos por estar consciente de los sentimientos de su sobrina y por querer reparar cualquier tensión en la relación entre los dos. Aunque no lo exprese en palabras, al parecer usted cree que pudo haber hecho o dicho algo que la ha herido, por lo que está tan dispuesto a pedirle perdón.

El apóstol Pablo enseñó: «Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.»1 La frase clave es: «en cuanto dependa de ustedes». Con eso da a entender que todo malentendido involucra al menos a dos personas, y que cada una tiene que poner de su parte para vivir en paz. Usted sólo puede hacer su parte, y su sobrina debe hacer la que le corresponde a ella.

Sin embargo, en las mujeres a veces hay factores de salud que no son evidentes y que ellas mismas tal vez no comprendan del todo. Un horario complejo regula las sustancias químicas del cerebro y las hormonas que operan en el cerebro y en el cuerpo de la mujer. Es posible que una mujer llore inesperadamente debido a que las sustancias químicas en su cerebro han hecho que se sienta excepcionalmente sensible, o que se sienta irritable por la misma razón. Como hombre, no es necesario que usted comprenda todo esto, pero debe estar consciente de que eso pudiera estar contribuyendo a las fluctuaciones en el estado de ánimo de su sobrina.

Así mismo es bueno que esté enterado de que con frecuencia a los miembros adultos de una familia les cuesta trabajo vivir juntos bajo el mismo techo. Lo más usual es que uno de ellos ni se da cuenta de, o simplemente no le importa, la manera en que sus hábitos afectan a los demás. Bien pudiera ser algo tan rutinario como pasar demasiado tiempo en el baño, o no limpiar lo que ha ensuciado, o hacer ruido cuando ya es muy tarde por la noche. Por lo contrario, pudiera ser algo de mayor envergadura, tal como ser autoritario, crítico, o irresponsable con las finanzas.

Cualquiera que sea el motivo que está afectando a su sobrina, es obvio que ella lo considera muy importante. El hecho de que usted no lo sepa pudiera ser indicio de que no ha sabido escucharla. En vez de pedirle perdón repetidamente, como lo está contemplando, le recomendamos que se esfuerce por escucharla cada vez que ella hable. No deje que lo distraigan ruidos y otros asuntos a su alrededor, y concéntrese más bien en las palabras de ella. En lugar de interrumpirla, deje que ella termine de expresar sus pensamientos. No trate de resolverle sus problemas, no le dé consejos, y no le reste importancia a lo que la esté preocupando. Al escucharla con suma atención y con mucho interés, usted le demostrará lo mucho que le importa.

Le deseamos lo mejor,

Linda
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1 Ro 12:18 (NVI)

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