Tengo tres años de relación con mi pareja y una hija de dos años.... Hace aproximadamente un año me reconcilié con Dios, y estoy visitando la iglesia.... El problema es que, al no estar casada, estoy en pecado de fornicación y no quiero seguir ofendiendo a Dios. Le he dicho a mi compañero que ya no podemos seguir juntos.... Él me dice que yo soy fanática y que un psicólogo le dijo que estoy mal por querer que él busque a Dios. Quiero que me digan si estoy mal con mi postura de no seguir pecando.
Consejo
Estimada amiga:
Usted se encuentra en una situación muy difícil, pero hay centenares de miles de personas que tienen el mismo problema. Por supuesto, cada caso es un poco diferente, y es más complicado cuando hay hijos de por medio.
La reacción de su compañero es interesante. Él no dice que usted está equivocada en la interpretación de las Sagradas Escrituras, sino que parece más bien estar de acuerdo con usted sobre lo que enseña la Biblia. Sin embargo, él cree que los que se basan en la Palabra de Dios para tomar decisiones son fanáticos, y que tanto ellos como usted tienen un problema sicológico.
Hay muchas personas, tal como su compañero, que creen en Dios y reconocen que las Sagradas Escrituras son veraces, pero también creen que los tiempos han cambiado y que las enseñanzas de la Biblia ya no son relevantes para nuestra vida. Sostienen que Dios ha actualizado sus mandamientos para que se adapten a la cultura de hoy porque Él comprende que los mandamientos originales ya no tienen vigencia.
Un dios que cambia para satisfacer las demandas del hombre es un dios creado a la imagen del hombre. Pero nosotros sabemos que Dios, nuestro Padre celestial, Creador de cielo y tierra, creó al hombre a su imagen y semejanza divina. Cuando somos nosotros los que cambiamos para asemejarnos más a Él, nos convertimos en sus verdaderos seguidores. Por el contrario, cuando tratamos de cambiar la imagen de Dios de modo que sea como nosotros, creamos ídolos a nuestra propia imagen.
Seguir a Dios significa aceptar que Él es amor, pero también incluye reconocer que Él es santo. El ser santo significa ser puro, pero también quiere decir que Él es perfecto ahora y que siempre lo será. Dios no cambia para satisfacer nuestras demandas ni conformarse a nuestra imagen. Somos nosotros quienes tenemos que optar por cambiar si queremos seguirlo.
Dios le ha hablado a su conciencia mediante su Santa Palabra para advertirle que es fornicación tener relaciones sexuales con un hombre con quien no está casada. Es Dios quien la ha convencido del pecado de la fornicación, y le ha mostrado que debe casarse con su compañero o ponerle fin a esa relación sentimental.
En los casos en que las parejas tienen un hijo en común, normalmente recomendamos que se casen. Pero como su compañero no respeta la relación que usted tiene con Dios, casarse sería un error. Por otra parte, también será un error si continúa viviendo con él. De hacerlo así, usted no va a poder ser un buen ejemplo para su hija.
Le rogamos que consulte a un abogado para que la asesore en el proceso de separación de su compañero y para establecer un acuerdo que incluya el sustento económico y las visitas paternas regulares para su hija. Es muy importante que a ella se le permita tener una sana relación con el padre.
Le deseamos lo mejor,