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Caso 485

Me casé hace cuatro [años, y] antes ya tenía dos niñas. Ahora espero un bebé de mi esposo. Hace un par de meses sucedió algo que me ha dañado mucho mentalmente. Mi esposo... una noche llegó muy tomado.... Cuando él entró en la casa, yo me hice la dormida para no discutir. Él entró en el cuarto de nosotros y salió a ver a las niñas como lo hacía de costumbre. Mi hija de diez años dormía con un short corto, y escuché cuando él subió a la baranda del camarote. Cuando me levanté, [vi que] él estaba tocando [de manera indebida] a mi hija....

Mi esposo es una persona muy buena. Siempre se ha preocupado mucho por mis hijas, y ha estado muy arrepentido y avergonzado.... Pero no puedo tener la misma confianza en él. ¿Qué hago? ¿Sigo intentando, o mejor me alejo a pesar de que él no es así [cuando está sobrio]?

Consejo

Estimada amiga:

No sé si su esposo se emborracha con frecuencia, pero sí sé por experiencia personal que los hijos criados en el hogar de alguien que lucha con la bebida sufren de inestabilidad, ansiedad y vergüenza. ¡Qué triste que usted haya optado por criar a tres hijos en tal ambiente! Sin embargo, la felicitamos por reconocer el peligro que corren y por decidir tomar medidas al respecto. Lamentablemente, muchas mujeres hacen caso omiso de las señales de advertencia e incluso de la evidencia misma de abuso sexual infantil.

Con mucha frecuencia quienes están bajo los efectos del alcohol y de las drogas hacen cosas que por lo regular no harían si estuvieran sobrios. Vamos a suponer, sobre todo porque no contamos con más información, que usted tiene razón acerca de su esposo al decir que nunca abusaría de su hija sexualmente si él no estuviera borracho. Pero él sí se emborracha, y también sé por experiencia personal que los borrachos no cumplen sus promesas aun cuando tengan las mejores intenciones. Así que usted debe actuar de inmediato para proteger a sus hijas. Dígale a su esposo que usted se quedará con él y lo apoyará, con tal de que asista con regularidad a un grupo para alcohólicos. Si él alega que no es un alcohólico, entonces puede probarlo dejando de inmediato de tomar tales bebidas.

Mientras tanto, compre nuevos pomos o perillas que se aseguran con llave para las habitaciones en la casa. No deje que su esposo sepa dónde guarda la llave. Cuando él beba alcohol, espere hasta que sus hijas estén dormidas y luego asegure sus puertas. Si ellas preguntan acerca de los seguros en las puertas, dígales que a medida que crecen necesitan tener mayor privacidad, pero que usted necesita tener las llaves para poder abrir las puertas en caso de emergencia.

¡Usted necesita ayuda y sabiduría divinas! En sus propias palabras, pídale a Dios que perdone sus pecados en el nombre de su Hijo Jesucristo. Luego pídale cada día que la ayude y le dé fuerzas. Y lea la Biblia y pídale a Dios que la guíe mediante su Palabra.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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