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Caso 71

Tengo ocho años de estar casada, y mi esposo es alcohólico.... Hace un tiempo me refugié en la Internet y conocí a un hombre de mi misma edad. Me enamoré de él como nunca (al menos eso creía). Él se aprovechó del amor que yo sentía por él, llegando al punto de pedirme dinero, a lo cual yo accedí en muchas ocasiones. Pero hace un par de meses él se enamoró de una chica, y nuestro romance terminó.

En el lapso de mi romance con él, mi esposo se puso en rehabilitación, y ya no bebe. Me duele mucho ver hacia atrás y saber lo que hice.... No hay un solo día que no me arrepienta de lo que hice.... No sé si dejar a mi esposo, porque la conciencia me lo pide a gritos.

Consejo

Estimada amiga:

La conciencia es una poderosa herramienta que Dios nos dio a cada uno para ayudarnos a tomar las debidas decisiones. Muchos se niegan a hacerle caso a la conciencia porque no les gusta lo que les dice. ¡Qué bueno que usted le esté haciendo caso a la suya y que esté preocupada por hacer lo debido de aquí en adelante!

No hay duda de que la vida conyugal con un alcohólico es sumamente difícil. Comprendemos que usted estaba desesperada por la grave situación en que se encontraba, y que sólo buscaba un poco de alivio. Sin embargo, como ahora sabe, entrar en una relación con otro hombre no era la solución. Con eso no hizo más que agravar la situación.

El primer paso que debe dar para tener una conciencia tranquila es reconocer su pecado ante Dios. El apóstol Juan escribió: «Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.»1 Cuando usted le confiese sus pecados a Dios, Él no solamente la perdonará, sino que también le dará una conciencia limpia. Esto se debe a que su Hijo Jesucristo murió en la cruz a fin de llevar el castigo suyo para que usted no tuviera que llevarlo. Así que el castigo que usted merece ya lo sufrió Cristo. Y como su pecado ya ha sido perdonado y pagado, puede estar tranquila.

Sin embargo, usted también se siente culpable por lo que le hizo a su esposo. Así que para ser libre de esa culpa, debe confesárselo. Es posible que él reconozca que su propia conducta como alcohólico constituya una razón para pedirle a usted perdón a su vez. Tal vez los dos puedan perdonarse mutuamente y seguir viviendo juntos como esposos. Por otra parte, es posible que él no la perdone y que opte más bien por disolver su matrimonio.

Lamentablemente la infidelidad hace que se pierda la confianza entre dos personas. De modo que, aunque él desee perdonarla, usted tendrá que volver a ganarse su confianza. Le recomendamos que no mantenga secretos con relación a cualquier lugar al que vaya, a cualquier persona con la que hable o con la que tenga alguna correspondencia, ni a cómo gasta el dinero. Cuanto más franca y sincera sea con él, más rápido aprenderá él que puede volver a confiar en usted.

Ya sea que siga o no siga en pie su matrimonio, la animamos a que se esfuerce por cultivar una relación personal con Dios a diario. Mediante la oración y la lectura de la Biblia, usted puede adquirir la fortaleza emocional que actualmente le falta. Puede hallar propósito para su vida, y hallar a un Amigo que siempre la acompañará.

¡Dé los pasos necesarios para tener una conciencia tranquila hoy mismo!

Linda y Carlos Rey
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1 1Jn 1:9

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