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Caso 743

Hace cuatro meses conocí a una mujer de veintisiete años, y me gusta mucho. Ella ha sufrido demasiado. Mataron a su papá, y tuvo noviazgos que destrozaron más su corazón. Ella dice que tiene el corazón lleno de amargura y enojo, un corazón duro. Dice que me quiere, pero no puede [demostrármelo] porque su corazón no se lo permite. A mí me duele verla así, y ruego a Dios todos los días por ella.

El único medio por el que nos comunicamos es WhatsApp. Hoy ya no me permite verla. Yo la amo. ¡Me duele verla sufrir, y no sé qué hacer!

Consejo

Estimado amigo:

El tener compasión de los demás y mostrar empatía por ellos es una virtud admirable. La compasión y la empatía siempre son cualidades positivas.

Sin embargo, aunque usted hace bien al tener compasión, corre peligro al creer que es quien puede rescatar a esta mujer de su situación actual y lograr que deje de sufrir. Es cierto que una amistosa relación afectiva con usted la ayudará a comprender que no todos los hombres son como los que la hicieron sufrir antes. Y también es cierto que es posible que usted la ayude al convertirse en la persona de confianza con la que puede hablar sobre lo que está sintiendo. Pero no es aconsejable que usted considere tener un noviazgo con ella. No está lista, y tal vez no lo esté por algunos años.

Usted ha conocido a esta mujer sólo por cuatro meses, y ahora se está comunicando con ella únicamente por mensajes de texto, sin la posibilidad de verla ni de hablar con ella en persona. Por eso, lo más probable es que el decir que la ama significa que usted quiere rescatarla y lograr que ella deje de sufrir. Sin embargo, no significa que usted la conoce lo bastante bien como para haber descubierto cuáles son las cualidades del carácter, los valores, las prioridades ni las creencias de ella.

Comprendo por qué se siente desesperado por ayudar a esta mujer. Yo he sentido lo mismo muchas veces al ser confrontada con personas que están sufriendo. Y al igual que las personas en todas partes que tienen un buen corazón, me encantaría poder ponerle fin a todo el sufrimiento en el mundo. Dios también quisiera, y Él sí podría lograrlo. Pero como Él es sabio y bondadoso, sabe que con frecuencia lo que más nos conviene es afrontar las consecuencias naturales de nuestra conducta pasada. Si Dios eliminara esas consecuencias naturales, no dejaríamos de cometer los mismos errores vez tras vez, hiriendo a muchas otras personas en el proceso.

Esta mujer no hizo nada para causar la trágica muerte del padre de ella, así que obviamente no fue una consecuencia natural que ella sufriera esa pérdida. Pero es posible que ella haya tomado decisiones que le acarrearon los otros problemas que está afrontando, y usted debe permitir que los resuelva sin presionarla de manera alguna.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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