Soy un profesional y se me paga bien en mi trabajo. El ambiente de trabajo es bueno; no tengo problemas con mis compañeros. El problema es que odio salir a trabajar todos los días. Se me piden cosas que son para un día, y realmente paso semanas haciéndolas. Todo es repetitivo e insípido. Todo el día pienso que me gustaría renunciar o que me echaran.
Tres meses después de empezar a trabajar, me aparecieron manchas en la cara. El doctor dice que es... debido al estrés de cada día.... Un día lloré por diez minutos en el hombro de mi esposa debido a lo mal que me sentía. No renuncio porque no sé si el problema es mío o donde trabajo. Además, aunque mi esposa trabaja, me siento en la obligación de trabajar y ganar dinero. Siento que pierdo mi vida solamente para que el dueño de la empresa tenga más dinero, haga sus viajes y compre sus lujos. Mi única felicidad es regresar de mi trabajo [para estar] con mi esposa cada día.
¿Qué puedo hacer? ¿Es un problema de actitud, [o] solamente estoy deprimido?
Consejo
Estimado amigo:
Lamento lo que le está sucediendo. No hay duda de que se siente desdichado y desesperado por hallar una solución.
Por lo que nos cuenta, sabemos que usted recibe un buen salario, tiene una carrera profesional y una esposa maravillosa, y sin embargo detesta lo que tiene que hacer todos los días y eso hasta lo ha afectado físicamente. Lo último que nos dice bien pudiera ser la clave para comprender por qué no ha podido sobreponerse al estrés y a la desesperación que siente.
Usted dice que está trabajando para que su patrón pueda tener más dinero, hacer más viajes y comprar más lujos. Todo esto tiene que ver con la falta que usted tiene de un propósito adecuado para su vida profesional. Usted quiere trabajar por una causa que valga y tener una razón que lo motive a ir al trabajo cada día.
Muchas personas han aprendido que prefieren trabajar en una organización sin fines lucrativos que les ofrece una causa en la cual creer, aunque eso implique que ganen menos dinero. Así pueden ir al trabajo todos los días y trabajar por esa causa y no por el dinero. Le recomiendo que siga trabajando en su empleo actual sólo hasta que pueda encontrar un puesto aceptable en alguna organización de esa clase.
Mientras tanto, debe proponerse hacer su trabajo con tanta excelencia que su reputación y la experiencia que haya adquirido le abran las puertas para cualquier trabajo que quiera tener en el futuro. Vaya al trabajo cada día convencido de que sus tareas cotidianas son peldaños hacia el futuro que está construyendo. Y no haga nada que resulte en que lo despidan, ya que eso manchará su expediente laboral.
Si no ha cultivado una relación personal con Dios, entonces hay un profundo vacío en su vida. Ese vacío no lo puede llenar ningún empleo, ni siquiera si tiene un propósito definido. Sólo se llenará cuando le pida a Dios que perdone sus pecados en el nombre de su Hijo Jesucristo, quien murió en una cruz para perdonar los pecados que usted ha cometido, llenar ese vacío, y darle un verdadero propósito por el cual vivir.
Le deseo lo mejor,