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Caso 549

Estuve casada catorce años.... Después de cinco años de matrimonio, mi esposo me fue infiel, y se volvió alcohólico y adicto a las drogas.

Aun así, seguí viviendo con él hasta el día en que tocó de manera indebida a mi hija mayor. Ese día lo dejé para siempre. No quise saber nada de él. Fueron momentos muy difíciles para mí....

Han pasado ya diez años, y lo volvimos a ver. Mi hija mayor se casó.... Mi hija menor, que nunca trató con el padre porque cuando me separé tenía sólo dos años, no lo quiere. Me dice que no le agrada, que hay algo en él [que le produce desconfianza]. No sé qué hacer. Él ya no es el mismo: se ha rehabilitado, y pidió perdón.... ¿Debo dejar que hable con mis hijas, que tengan una relación de padre e hija? ... Mi hija mayor lo perdonó, pero mi otra hija no quiere que él llegue a visitarnos a la casa.

Consejo

Estimada amiga:

Usted ha sobrevivido durante muchos años difíciles, y los ha superado con fuerza y con firmeza. Cumplió sus votos conyugales aun cuando su esposo los estaba quebrantando, pero tenía la sabiduría para determinar que jamás podría tolerar que él abusara de su hija.

¿Hay acaso alguna madre que tolere que se abuse de su hija? Lamentablemente, hay muchas que sí. Hacen como si no se dieran cuenta, o se engañan a sí mismas a fin de convencerse de que ese acto horrible jamás volverá a suceder. Algunas hasta le echan la culpa a la niña de lo sucedido, y la juzgan responsable de poner en peligro la estabilidad del hogar. Parece increíble, pero algunas mujeres están dispuestas a sacrificar a sus propios hijos tratando de conservar lo que creen que tienen, ya sea la seguridad económica o una relación sentimental.

Usted, en cambio, ¡no hizo eso! Protegió más bien a su hija a pesar de lo que implicaba en lo personal. ¡Qué bueno fuera que otras mujeres siguieran su ejemplo!

En cuanto a su ex esposo, nos alegra que usted pueda ver que ya no es alcohólico ni adicto a las drogas. Pero la tendencia a la pedofilia no es algo que puede observarse. Los pedófilos logran ocultar su horrible secreto durante décadas a no ser que se les descubra. Así que, si bien nos alegramos de que usted y su hija mayor hayan perdonado a su ex esposo y a su padre respectivamente, eso no quiere decir que deban tenerle confianza.

Creemos más bien que usted nunca debe permitir que su ex esposo venga a su casa. El permitirlo le daría esperanzas de poder reconciliarse con usted. Y, tal como bien lo percibe su hija, a él no se le debe tener confianza.

Cuando su hija menor sea adulta, ella podrá reconsiderar la relación que quiera tener con su padre. Pero nosotros apoyamos la decisión que ha tomado de no tener nada que ver con él por ahora.

Jesucristo enseñó que debemos perdonar a otros si queremos que nuestro Padre celestial nos perdone a nosotros.1 Pero ni Jesús ni los apóstoles enseñaron jamás que debiéramos correr peligro a fin de demostrar que hemos perdonado a quien nos ha hecho daño.

Le deseamos lo mejor,

Linda
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1 Mt 6:14

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