Me casé hace tres años.... Tenemos un niño que va a cumplir un año.... Antes de tenerlo, mi deseo era estar con [el niño] todo el tiempo, pero lamentablemente no ha sido así. Trabajo ocho horas [al día], y [luego estoy] con mi bebé [tres horas y media]. Trato de pasarlas jugando [con él], pero lamentablemente sigue más a mi mami y llora [porque quiere estar con ella].
Me duele [tanto que] a veces he pensado dejar el trabajo para estar con mi hijo. Pero recientemente solicitamos un préstamo para comprarnos una casa.... No sé qué hacer, si dedicarme a mi hogar o dejar el trabajo de diez años. Quisiera escuchar una opinión.
Consejo
Estimada amiga:
Muchas mujeres se identifican con el conflicto que usted tiene. El que sea tan polémico y difícil se debe a que no se trata de un dilema moral. No hay ninguna posición acertada o equivocada que se aplique a todas las situaciones.
Por supuesto que muchas madres solteras tienen que trabajar fuera de la casa para sobrevivir. No les queda más remedio, así que no hay nada que decidir. Sin embargo, si uno habla con cualquiera de esas madres solteras, lo más probable es que ella le diga que quisiera poder estar en casa cuidando a sus hijos. De modo que siente ese conflicto aun cuando no tenga ninguna otra alternativa.
Ahora bien, muchas mujeres casadas tampoco tienen una alternativa. Los esposos no ganan lo suficiente para sostener a su familia. Así que ellas como esposas tienen que trabajar para contribuir al sustento de sus hijos. Por lo general, estas mujeres también sienten ese conflicto, y quisieran desempeñar un papel más importante en la vida diaria de sus hijos pequeños.
Pero aquí cabe preguntarse: ¿Cuánto dinero hace falta que ganen los dos? ¿Cuándo es que una madre se encuentra trabajando para suplir los deseos y no solamente las necesidades? Esto sólo pueden decidirlo la madre y el padre. Tienen que escoger entre lo que les conviene a sus hijos frente a la cantidad de dinero que hace falta para sustentarlos.
La mayoría de los expertos en el desarrollo de los niños están de acuerdo en que, para disfrutar de salud emocional durante los primeros meses y años de vida, los niños deben establecer vínculos afectivos con personas que los aman. Muchos de esos expertos creen que ese vínculo tiene que ser con la madre del niño, pero ha habido estudios recientes que no apoyan esa opinión. Otros expertos creen que el padre, la abuela, alguna tía u otro familiar cercano pueden satisfacer esa necesidad de establecer un vínculo afectivo.
Aunque a usted le duela mucho que su bebé llore porque quiere estar con su abuelita, nosotros creemos que la mamá de usted le ha dado a su nietecito esa experiencia del vínculo afectivo que él necesita. Es natural que él llore porque quiere estar con su abuelita; es ella quien lo ha cuidado más que ninguna otra persona, y quien ha establecido lazos afectivos con él. Su hijito se encuentra en una situación mucho mejor que la de un niño internado en una guardería infantil donde no hay alguna persona específica con la que pueda encariñarse. Pero ¿sería mejor para su hijito que usted estuviera con él todo el tiempo todos los días? ¡Claro que sí!
Sólo usted y su esposo pueden tomar esa decisión,
Linda y Carlos Rey