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Caso 600

Convivo con una persona mayor que yo. Llevamos varios años juntos, pero él no quiere casarse conmigo. Cuando le toco el tema, me dice de manera tajante que ¡no!

Consejo

Estimada amiga:

Nos alegra que nos haya contado su caso. Creemos que hay muchas mujeres en la misma situación que no saben qué hacer. No sabemos si usted tiene hijos, pero suponemos que no los tenga debido a que no lo menciona.

Durante su niñez y adolescencia, ¿era esto lo que quería en la vida? ¿Es este hombre el príncipe azul de sus sueños? Él no quiere comprometerse con usted ni hacerle ninguna promesa, así que no parece ser el perfil del hombre que usted deseaba tener. Creemos que lo más probable es que haya soñado con un hombre que la valoraría y haría lo que fuera para complacerla. Y sin duda quería un hombre que la hiciera sentirse segura y protegida. En cambio, la actitud de su novio es como quien dice: «¡Conténtate con lo que estoy dispuesto a darte, y deja de quejarte!»

¡Con razón que se siente decepcionada! No vamos a adivinar por qué este hombre en particular es reacio a casarse, pero muchos hombres lo son porque no quieren estar atados a una sola mujer. Quieren tener la libertad de cambiar de mujer si se topan con una más deseable. Otros hombres guardan el secreto de matrimonios anteriores que no han terminado, de modo que no pueden casarse legalmente con otra mujer. Y otros creen que el matrimonio es una idea anticuada que ya no da resultado. Es posible que cambien los votos conyugales y digan más bien que se comprometerán en matrimonio «hasta que ya no haya amor entre los dos» o, tal como su novio, decidan prescindir de los votos por completo. Si no creen en Dios ni en las Sagradas Escrituras, entonces se inventan sus propias reglas acerca de la moralidad.

Su dilema tiene varios aspectos. Uno es el aspecto emocional, que es lo que la llevó a contarnos su caso. Otro es el aspecto práctico, que quiere decir que, si se queda con este hombre, nunca encontrará a su príncipe azul. Y otro es el aspecto moral y espiritual, que tiene que ver con lo que Dios sabe que le deparará una vida mejor.

Mientras permanezca en esta situación, seguirá sintiéndose frustrada y desilusionada. Pero tal vez usted sea como muchas mujeres que temen que no van a encontrar al hombre indicado, así que se conforman con uno que no lo es. Sin embargo, la mayoría de esas mujeres viven con la misma frustración y desilusión que usted está sufriendo.

No es que el matrimonio sea perfecto. Muchas personas terminan su matrimonio más rápido que lo comenzaron. Pero el matrimonio es bueno cuando los dos cónyuges toman en serio sus votos y se aman mutuamente igual que se aman a sí mismos.

Dios la ama y tiene un plan mejor para su vida. Él no promete que todo en el futuro le saldrá perfecto, ni que encontrará a su príncipe azul. Sin embargo, sí promete acompañarla cada paso que dé si tan sólo confía en Él y resuelve hacer las cosas que le agradan a Él. Dios puede darle la sabiduría y la fortaleza para alejarse de su novio y confiar más bien en su dirección divina para el futuro.

¡Hágalo hoy mismo!

Linda

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