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Caso 844

Me siento terrible y súper culpable. Quisiera suicidarme.... Por alguna razón que no entiendo, empezó a atraerme mi prima. Una noche estábamos juntos y le hice algunos tocamientos que no debí hacer, pero me contuve y no llegamos a nada.

Luego, en una salida familiar, con una cámara escondida intenté grabarla desnuda, y se dio cuenta. Ahora me odia, y yo me odio más. Ella dice que me perdona... pero no me siento bien.... Volví a la iglesia de la que me había alejado, pero... siento que soy un fraude.... Siento que he destruido no sólo a mi prima y a mi familia sino también mi confianza en mí mismo. Sinceramente me doy asco.

Consejo

Estimado amigo:

Hizo lo correcto al pedirle perdón a su prima, pero aunque ella lo perdone, usted no debe esperar que ella vuelva a tenerle confianza. Sería insensato que ella confiara en usted después de haberla engañado de esa manera tan extrema. Las mujeres que son prudentes saben que tienen que permanecer vigilantes para evitar situaciones en que algunos tipos se aprovecharían de ellas. Pedir perdón es lo correcto, pero eso nunca aminora el peligro.

Por supuesto, es de esperarse que usted no se sienta bien al ser considerado una persona no digna de confianza o algo peor, pero es la consecuencia natural de lo que hizo. No espere que nadie lo consuele por sentirse tan mal, y no busque llamar la atención al amenazar con suicidarse. Usted no es la víctima. Suicidarse sería una manera cobarde de evitar las consecuencias naturales de su comportamiento.

Lo que usted le ha hecho a su prima es sólo parte de su problema. Es posible que usted haya usado esa misma cámara escondida en otras ocasiones con otras mujeres. Y es casi seguro que usted pasa mucho tiempo viendo imágenes pornográficas. Está obsesionado con la apariencia física de mujeres desnudas. Esa obsesión ha nublado su capacidad de pensar a tal grado que ni siquiera consideró cómo es que sus acciones afectarían la relación con su prima. No tuvo en cuenta de manera alguna los sentimientos de ella. Estaba usted concentrado en su propia satisfacción física, así que permitió que la lujuria se impusiera completamente sobre el amor y el cuidado familiar que pudiera sentir naturalmente por su prima.

La buena noticia es que Dios sí lo perdonará si usted está sinceramente arrepentido. Pero Él sabe los pensamientos que usted tiene en secreto, y si usted es un fraude, no podrá engañarlo. Su asistencia a la iglesia —aun si es sin falla— , no ocultará lo que hay en su corazón.

Sin embargo, el solo hecho de hacer las paces con Dios no basta en el caso suyo. Hace falta que acuda a un médico y le cuente acerca de los pensamientos compulsivos y suicidas que ha tenido. Él podrá referirlo a un especialista que tenga experiencia en casos como el suyo. Le rogamos que busque ayuda profesional esta semana. No lo aplace. Todo su futuro depende de lo que haga al respecto.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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