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Caso 751

Tengo treinta y cinco años, y una hija de once. Estoy separado de su mamá desde que ella tenía tres años.... Nunca formé pareja nuevamente por centrarme en mi hija y en los conflictos después de la separación. Pero hoy en día ya la niña está entrando en la adolescencia, y no quiere pasar mucho tiempo conmigo....

He tratado de... rehacer mi vida, pero [las mujeres] se alejan argumentando que no sirvo para compartir la vida.... Me siento viejo, solo e incapaz de volver a formar una familia. Necesito un consejo de sus sabias palabras.

Consejo

Estimado amigo:

¡Dios comprende cómo se siente usted! De hecho, después de crear a Adán, el primer hombre, Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo.»1 Así que creó a Eva, la primera mujer, y ella llegó a ser la compañera de Adán.

¿Estaba Dios dictando un mandamiento cuando dijo que no era bueno que el hombre estuviera solo? No, no era eso; sólo estaba dando una regla general. Esa regla es que la mayoría de los hombres no están contentos solos. Pero hay en definitiva algunos hombres que prefieren no casarse. El apóstol Pablo fue uno de los que decidió permanecer soltero a fin de poder concentrar sus esfuerzos en realizar la obra de Dios.2 Pero por lo general los hombres quieren tener una familia, al igual que usted.

Dice usted que ha pasado los últimos ocho años concentrado en su hija. Ese es un propósito maravilloso para su vida, y lo felicitamos por eso. Las estadísticas indican que es más probable que su hija prospere física, mental y emocionalmente como resultado de la atención que usted le dedica en persona.

Le aconsejamos que no se desanime por esta etapa de la vida de su hija. Casi todos los adolescentes pasan precisamente por la etapa que usted describe. Están más interesados en pasar tiempo con amigos que con familiares.

Sin embargo, es importantísimo que no rechace usted a su hija aun cuando ella esté tratando de marginarlo. Aunque parezca que se está alejando de usted, ella no deja de necesitar la influencia constante que usted ejerce en su vida. Es posible que el amor que usted le tiene parezca no correspondido durante los próximos cinco o más años, pero si usted no deja de ser constante, tarde o temprano su hija aprenderá a balancear a los amigos y la familia.

Mientras tanto, no comience a discutir cuando ella no desea verlo. No trate de hacer que ella se sienta culpable ni se porte como si usted fuera una víctima. Trate más bien de planear actividades que incluyan a las amistades de ella. Llévelas, junto con su hija, a lugares donde quieran ir. Manténgase en un segundo plano, cuidando y protegiendo.

Cuando no esté con su hija, busque ambientes donde llegue a conocer a otras personas. Done su tiempo como voluntario en una organización benéfica o forme parte de un equipo deportivo. Concéntrese en ser un buen amigo y en mostrar interés sincero en los demás. Amplíe sus horizontes en vez de enfocarse en la búsqueda de una nueva compañera. Quien es buen amigo y tiene una variedad de intereses atraerá a la mujer que más le conviene.

Le deseamos lo mejor,

Linda
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1 Gn 2:18
2 1Co 7:7

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