Hace dieciséis meses mi esposa decidió separarse de mí. Me dijo que era porque ya no me quería... pero yo creo que era más porque... yo en ese momento estaba sin empleo, sin dinero para poder aportar a la casa....
Cambié el número de mi móvil, y no he vuelto a hablar con ella ni con los niños [porque] ella me decía que yo los maltrataba psicológicamente por preguntarles cómo estaban... o por qué no me llamaban.... Ella sólo me llamaba para pedirme dinero.... He tomado la decisión de [mudarme a otro país] para hacer una nueva vida y un futuro para mis niños. Espero su consejo.
Consejo
Estimado amigo:
Como sin duda ya sabe, el consejo que damos se basa en principios bíblicos, así que comencemos con algunos de esos principios. El apóstol Santiago, que era hermano de Jesucristo, enseñó que decirle a alguien: «Que le vaya bien», pero no darle lo que necesita físicamente, no sirve para nada.1 El apóstol Pablo le escribió a su compañero de trabajo, Timoteo, que quien no cuida de su familia es peor que quien nunca ha creído en Dios.2
Sin embargo, ¿acaso lo único que importa es satisfacer con dinero las necesidades físicas de sus hijos? ¡De ninguna manera! El padre de familia es la persona que debe ser un modelo para sus hijos de cómo es Dios. Al hijo que ha sido abandonado por su papá le será difícil creer que Dios es un Padre que nunca lo abandonará. Es más, las estadísticas demuestran que es más probable que abuse de las drogas y del alcohol, abandone la escuela, y padezca de problemas físicos y emocionales ese hijo que no cuenta con la presencia del padre. Es más probable también que los niños varones cometan algún delito y que las niñas queden embarazadas durante su adolescencia.”3
A pesar de eso, usted cambió el número de su teléfono porque le es difícil tener que tratar con su esposa y está enojado con ella por haberlo acusado de maltrato psicológico. Lo que usted ha hecho es la definición misma de abandono.
Ahora usted quiere hacer una nueva vida, presuntamente no sólo para sí mismo sino también para el futuro de sus hijos. Tristemente, usted no comprende que, si los abandona ahora, es probable que ellos no vayan a desear tener una relación con usted en el futuro.
Este es el consejo nuestro que usted dice que está esperando: Ponga a un lado su enojo y sus sentimientos heridos, y piense más bien en lo que más les conviene a sus hijos. Llame o envíele un mensaje de texto a cada uno por lo menos una vez a la semana y asegúrele que lo ama. Si su esposa no permite que visite a sus hijos, válgase del sistema judicial de su país y presente una petición de que se le conceda el derecho de visitarlos.
Cuando se comunique con sus hijos, no trate de hacer que se sientan culpables por no haberlo llamado o no haber hecho otras cosas que usted les ha aconsejado que hagan. El adulto es usted. Debe llamarlos por teléfono o enviarles mensajes de texto, ya sea que respondan o que no respondan nunca.
Por último, aporte el dinero que pueda para el bienestar de sus hijos. Lléveles alimentos a la casa donde están y cómpreles la ropa que necesitan para la escuela. Usted debe darles prioridad a sus hijos en el tiempo que les dedica y en el dinero que invierte en ellos. Usted no necesita una nueva vida; lo que necesita es mejorar la que ya tiene.
Le deseamos lo mejor a usted y a sus hijos,
Linda
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1 Stg 2:15-16 (TLA)
2 1Ti 5:8 (TLA)
3 “The Consequences of Fatherlessness” [Las consecuencias de criarse sin padre] <https://fathers.com/statistics-and-research/the-consequences-of-fatherlessness> En línea 9 febrero 2022.