Hace unos días me enteré de que mi hija de quince años se hizo tatuajes. Ya venía hace tiempo con actitudes rebeldes.... Se ha hecho cortes en los brazos, y ya no sé qué hacer ni cómo disciplinarla. He hablado muchas veces con ella. La he aconsejado y le he dedicado tiempo, pero esta situación me ha superado.
Consejo
Estimada amiga:
Tiene razón para preocuparse por su hija, pero la actitud rebelde y los nuevos tatuajes no son los problemas más serios que ella tiene. El comportamiento que usted describe como el cortarse exige una respuesta que es mucho más urgente.
Las personas que se cortan (por lo general, adolescentes y adultos jóvenes), pudieran con eso estar buscando alivio de angustia severa o de ansiedad. El dolor físico las distrae de sus emociones dolorosas. O tal vez se corten a fin de sentir algo cuando están emocionalmente vacías o adormecidas. El cortarse, u otras formas de hacerse daño tales como el quemarse o darse cabezazos, quizá sean maneras de expresar por fuera lo que la persona siente por dentro, o puede ser la manera como la persona trata de castigarse por sus faltas o errores.
Cualquiera que sea la razón por la que su hija se está cortando, ella necesita acudir de inmediato a su médico. Sólo un médico cumple con los requisitos para diagnosticar esos problemas. Pudiera haber un desequilibrio de sustancias químicas en el cerebro que exigen ciertos medicamentos, o tal vez necesite otro tipo de tratamiento. Una vez que se resuelva el problema de cortarse, los otros problemas pudieran mejorar también.
Sin embargo, es de esperarse que la mayoría de los adolescentes den muestras de cierta rebeldía. Ya no son niños, pero tampoco son adultos todavía. El cerebro que tienen aún no se ha desarrollado por completo, por lo que les resulta difícil controlar sus impulsos y tomar decisiones prudentes. Conscientes de eso, los padres quieren protegerlos del peligro y de decisiones insensatas, pero los adolescentes resienten lo que consideran sobreprotección, y anhelan ser independientes. Los padres sabios buscan el equilibrio entre protegerlos y permitirles desplegar sus alas. Saben que es normal que los adolescentes se esfuercen por independizarse, y que no es una afrenta personal hacia los padres.
La manera más eficaz en que enseñan los padres es por el ejemplo que dan ellos mismos. Si los padres quieren que su hijo sea honrado, responsable y respetuoso, tienen que servir de ejemplo practicando esas cualidades en las relaciones humanas fuera y dentro del hogar. Los padres respetan a sus hijos al escucharlos sin interrumpirlos, validando así el derecho de tener sus propios sentimientos (aunque esos sentimientos parezcan negativos), y al hacerle saber a cada hijo que las reglas y las consecuencias no cambiarán a causa de lo enojado que esté uno de los padres o de la frustración que sienta uno de los hijos.
Los padres sabios enseñan, por medio de su ejemplo, que Dios nos ama y tiene un plan para nuestra vida. Cuando los hijos aprenden acerca del amor de Dios y del interés que Él tiene en ellos, y cuando se les enseña la diferencia entre el bien y el mal conforme a los valores bíblicos, los padres pueden confiar en que Dios influirá en la vida de ellos por conducto de su propia conciencia. Y cuando los hijos están pasando por un momento difícil, como lo está su hija ahora mismo, esos padres saben que se puede confiar en la ayuda y en la dirección de Dios.
Le deseamos lo mejor,