He empezado a asistir a una iglesia cristiana, y me gusta lo que se enseña y las actividades que se organizan. Sin embargo, tengo amistades que cultivé mucho tiempo antes que hacen cosas que contradicen lo que la iglesia recomienda.... No considero que [esos amigos] sean malas personas. De hecho, los aprecio mucho, y en muchas ocasiones ellos y sus familias me han mostrado mucho cariño, lealtad y aprecio. No quiero alejarlos de mí, y sin embargo siento como si estuviera presionado a discriminarlos porque no llevan una vida cristiana.... He podido observar que creen en Dios, pero sin formar parte de ningún grupo cristiano. No sé qué hacer.
Consejo
Estimado amigo:
La palabra cristiano significa muchas cosas diferentes para muchas personas diferentes, así que cuando usted dice que asiste a una iglesia cristiana, cada una de esas personas se formará una idea diferente de lo que usted quiere decir con eso. Millones de personas alrededor del mundo asisten a iglesias que tienen imágenes de Cristo y cruces en sus altares, así que a ellas el hecho de que usted asista a una iglesia cristiana no les parecería que exigiera nada al extremo de abandonar a sus amigos. Además, todo el mundo conoce al menos a una persona que asiste a la iglesia y sin embargo miente, engaña y carece de integridad. Por eso el asistir a una iglesia, aunque sea cristiana, no es más que una tradición para algunos y pertenecer a un club social para otros. Amigos que creen en Dios encajan perfectamente en ese tipo de actividad religiosa, ya sea que asistan o no a una iglesia.
Sin embargo, para usted ha llegado a ser más que una tradición o que el pertenecer a un club. Usted está aprendiendo las enseñanzas de Jesucristo y ha decidido ponerlas en práctica en su vida diaria. Como resultado, ha comenzado a preguntarse si sus amigos de antaño tal vez sean una influencia negativa que afecte la decisión que ha tomado de cultivar una relación personal con Cristo. ¿Comprenderán esos amigos que las creencias cristianas que usted ahora sostiene han cambiado su forma de pensar y su estilo de vida?
Cuando Jesús anduvo en este mundo, se hizo amigo de pecadores que eran marginados por la sociedad mientras que trataba con desdén a los líderes religiosos que estaban más interesados en las reglas de su religión que en las relaciones con los demás. De modo que, si somos seguidores de Cristo, trataremos de seguir su ejemplo. Eso quiere decir que tendremos amigos que no siguen las enseñanzas de Cristo, siempre y cuando sepan lo que creemos, respeten nuestras decisiones y no traten de ejercer influencia sobre nosotros con el fin de que abandonemos nuestras normas de conducta. Sin embargo, también debemos seguir el ejemplo de Cristo de dar a conocer el evangelio a cada uno de nuestros amigos.
Jesucristo no era un seguidor; era un líder de hombres. Así que tenía la fuerza necesaria para rodearse de pecadores y no permitir que ejercieran influencia sobre Él. Lamentablemente muchos seguidores de Cristo en la actualidad no tienen esa misma fuerza, de modo que les resulta más fácil limitar el tiempo que pasan en compañía de quienes pudieran ejercer una influencia negativa sobre ellos. Sólo Dios sabe si usted puede ser un líder y ejercer influencia sobre otros de modo que sigan su ejemplo, o si usted es más bien un seguidor que pudiera permitir que sus amigos lleguen a ejercer influencia sobre usted a fin de que siga el ejemplo de ellos. Pídale a Dios que le dé la sabiduría y el discernimiento para tomar la decisión acertada con relación a cada amigo.
Le deseamos lo mejor,