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Caso 868

Vivo con un hombre quince años mayor que yo. No somos casados, pero él sí ha estado casado dos veces. Él me ha maltratado mucho, verbal, física y emocionalmente. Me ha echado de su casa muchas veces, pero cuando hago mis maletas para irme, me detiene y me dice que lo perdone, así que sigo con él.

Hace cinco meses, acepté a Cristo como mi Salvador y Señor. Ahora entiendo que estoy en pecado de fornicación, así que le dije que nos casáramos, pero él no quiere. ¿Debo dejarlo?

Consejo

Estimada amiga:

¡Felicitaciones! La decisión de ser seguidora de Cristo es la más importante que pudo haber tomado. Usted ahora cuenta con la gran ventaja de poder confiar en que Dios la acompañará y guiará por el resto de su vida.

Es evidente que Dios ya la está guiando porque usted ha reconocido que vivir con este hombre sin estar casada con él no es el plan de Dios para su vida. Así que usted ha considerado que se casen, pero se ha enterado de que él no quiere dar ese paso.

Muchas personas pudieran preguntarse por qué consideraría usted casarse con un hombre que la ha maltratado repetidamente. La respuesta es que quizás usted esté padeciendo del «síndrome de la mujer maltratada». Se trata de una manera de pensar causada por vivir como víctima de abuso por un lapso de tiempo prolongado. Al pensar de ese modo, ha llegado a creer erróneamente que usted merece tal abuso. Así que en vez de protegerse, que es lo natural, usted se queda en el mismo ambiente que el perpetrador del abuso y permite que él vuelva a maltratarla. Entonces, debido a que usted se siente responsable por haberlo enojado o alterado, acepta sus disculpas de último momento y le da cada vez más oportunidades para maltratarla.

El hombre en tal caso siempre sigue maltratando a la mujer debido a que sus disculpas son pura manipulación en vez de legítimo arrepentimiento. Él tal vez diga algo parecido a: «Tú sabes que me enoja mucho cuando discutes conmigo. ¡Con razón que pierdo los estribos y te golpeo! Si solamente dejaras de discutir conmigo, esto nunca pasaría. ¿Por qué no lo olvidamos?» Y es así como la convence de que fue usted más bien quien tuvo la culpa.

Usted pregunta si debe dejar a este hombre. ¡La respuesta es sí! Usted no merece tener que vivir ni un solo día más en una relación abusiva. Sin embargo, la razón principal por la que debe dejarlo es que Dios le ha mostrado que está pecando contra Él al vivir de esa manera.

Muchos con frecuencia se preguntan cuál es la voluntad de Dios para su vida. Quisieran tener un plan maestro que les dé instrucciones detalladas paso a paso. Pero Dios por lo general no nos revela su voluntad de ese modo. Nos guía paso a paso, eso sí, pero sin indicarnos los próximos pasos a dar sino hasta que hayamos completado lo que ya nos ha dicho que hagamos.

El próximo paso para usted es buscar un nuevo lugar donde vivir. Una vez que lo haya encontrado, Dios le mostrará cuál es el siguiente paso.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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